Universidad de Camagüey alista su nueva Biorrefinería Piloto

Universidad de Camagüey alista su nueva Biorrefinería Piloto

4 marzo, 2015 Noticias 0

ppiloto-150x150Por Dania Díaz Socarrás y María Rosa del Sol Orúe (estudiantes de Periodismo)

El desarrollo de la Biorrefinería en nuestro país demanda pequeños laboratorios de experimentación para extender luego la inversión de tecnologías a todo el territorio nacional. Con ese fin surge el proyecto de la Biorrefinería Piloto de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte y Loynaz”, UC, liderado por el Doctor en Ciencias Luis Ramos Sánchez, profesor de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la institución.
Los procesos de fermentación en estado sólido, poco frecuentes en la industria cubana actual, estarán entre los aportes esenciales de esta minindustria, donde “se enfocarán los esfuerzos a la generación de nuevos productos para la exportación y la sustitución de importaciones, a través del recurso que ofrece la investigación científica universitaria. Esto no quiere decir que la planta no pueda tener campañas productivas cuando sea necesario pero eso dependerá de las demandas que se presenten”, según declaró Ramos Sánchez.

En la Universidad de Camagüey ya existe una Planta Piloto, destinada esencialmente a la producción de lácteos y bebidas que ha contribuido a la formación de ingenieros de varias especialidades durante casi dos décadas. El Doctor Ramos explica la diferencia entre esta y la nueva Biorrefinería: “La planta que estamos montando está dirigida a concebir nuevas tecnologías no existentes en la industria actual. Queremos que sea una incubadora de nuevas tecnologías.

“Se basa en los procesos biotecnológicos como base para la transformación de las materias primas en productos. En este momento estamos haciendo uso casi exclusivo de hongos filamentosos y levaduras, pero en el futuro usaremos, sin dudas, bacterias y microalgas”. Las materias primas necesarias para estas producciones serán facilitadas por el grupo empresarial Azcuba, que donó también a la casa de altos estudios el fermentador de cultivo sólido.

¿Con qué equipos contará la nueva Planta Piloto?

“El equipamiento principalmente está constituido por mezcladores de líquidos y sólidos, biorreactores para fermentación líquida y sólida, intercambiadores de calor, secadores de sólidos, bombas, ventiladores, compresores, entre otros. Adicionalmente se necesita equipamiento de laboratorio para caracterizar los procesos de análisis químicos, físicos y biológicos”.

La construcción de la planta es financiada por la Universidad de Camagüey como parte de su remodelación y ha contado con la asignación de una buena cantidad de presupuesto por el Ministerio de Educación Superior del país.

Sin embargo, la adquisición del equipamiento es muy costosa, ¿cómo se obtendrán estos recursos?

“Los equipos de procesos están siendo recuperados, reconstruidos e incluso construidos totalmente por nosotros mismos con la colaboración del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), Azcuba y la Fábrica de Cerveza Tínima de la provincia. Para superar las limitaciones con el equipamiento de laboratorio estamos haciendo uso del ya existente en la Universidad. Adicionalmente buscamos el financiamiento internacional y las alianzas internas y externas, que permitan sobreponer las dificultades derivadas de los complejos análisis que se realizarán en la planta”.

-El montaje de la tecnología ya ha avanzado con la ayuda de Azcuba, del CIGB que ha proporcionado equipos de segunda mano y de la cervecería Tínima, que ha aportado el maquinado de piezas necesarias para recuperarlos.

“El viernes 16 terminamos de poner el biorreactor de fermentación sólida con ayuda del grupo de Automática, que dirige la Doctora en Ciencias. Milagros Diez, y el concurso de otros trabajadores y estudiantes de nuestra área. Se avanza en la reconstrucción de un biorreactor de cultivo líquido, al que se está modificando el sistema de agitación mecánica que será sustituido por otro con agitación por chorro de aire. Sus sellos hidráulicos originales se deterioraron y el costo de adquisición actual es prohibitivo. Este equipo fabricado hace casi 30 años quedará como nuevo cuando se sustituya el sistema de agitación”, agregó Ramos.
Debido a que se trata de una planta más destinada a la producción de tecnologías que de alimentos, serán estas las que se prueben en ella con mayor fuerza.

“La primera tecnología en estudio es la de enriquecimiento con proteína unicelular de una mezcla de bagazo de caña, cachaza y miel final, junto a otras sales necesarias para la alimentación del ganado. Esta tecnología está siendo estudiada en nuestra Universidad desde finales de los años ochenta. Por diversas razones desde principios de los años noventa el proceso de investigación se ha prolongado excesivamente, sin que los estudios realizados hayan rendido los frutos que se pudieran conseguir con su introducción en la industria azucarera. Esta planta servirá para dar el punto final a este proyecto y ponerlos a disposición de la industria azucarera y la agricultura”.

Además, se harán pruebas para la producción de fuentes de energía renovables de acuerdo con un programa nacional liderado por el grupo de investigación de esta institución y apoyados por las universidades de Oriente y Matanzas, beneficiosas sobre todo para el sector del transporte en Cuba.

“El objetivo de este proyecto es llegar a producir a escala piloto, en el año 2017, lo que hemos dado en llamar Biodiesel Lignocelulósico, por la materia prima fundamental que se emplea: materiales lignocelulósicos. En esencia, significa transformar residuos agroindustriales como el bagazo de caña de azúcar o la cáscara de arroz, que son combustibles sólidos, en biodiesel, que es un combustible líquido”.

Estas producciones a escala piloto permitirán futuras inversiones a nivel nacional, de ahí la gran responsabilidad de quienes operen en la minindustria a disposición de estudiantes y trabajadores del centro.

¿Qué estudiantes podrán trabajar en ella y qué asignaturas la utilizarán en prácticas laborales?

“Esta planta puede servir de base para prácticas laborales, investigaciones científico estudiantiles y la realización de trabajos de diploma de las carreras de Ingeniería Química, Mecánica, Eléctrica e Informática, también para aquellas carreras de las Ciencias Económicas relacionadas con la Mercadotecnia y las evaluaciones económico-financieras”.

¿Qué beneficios traerá para la Universidad?

“Considero que el principal beneficio para la Universidad está en la esfera de la formación desde el pregrado hasta el doctorado. Esta planta permitirá incrementar la calidad de los formados debido al incremento del componente científico en la formación. Algunas producciones podrían dedicarse al consumo interno de la universidad. El pasado año terminamos una tesis doctoral dedicada a una tecnología para el cultivo intensivo de un hongo comestible de alto valor para la alimentación humana. Se trata del hongo Pleurotus ostreatus. Este hongo desarrolla un cuerpo fructífero cuya forma le da el apelativo de hongo ostra. Su masa tiene un alto contenido de proteínas y sustancias antioxidantes que le confieren propiedades anticancerígenas y antitumorales. La planta podría programarse producciones de este hongo para ser consumidas por la población universitaria

“En el mercado nacional la venta de algunos productos podría tener potencial económico pero dada su reducida capacidad productiva, con área de apenas 144 m2, la venta de productos no competirá con la venta de las tecnologías”.
La segunda planta piloto de la casa de altos estudios de Camagüey iniciará pronto sus labores con particularidades que una vez más situarán a la provincia a la delantera de la ciencia estudiantil universitaria, así lo confirmó Ramos: “en este propio mes comenzaremos a hacer los primeros estudios experimentales del proceso de enriquecimiento proteico del bagazo de caña de azúcar, alimento para el ganado que será probado en unidades productivas de leche, carne y huevos de la provincia”.

Grandes retos pueden alcanzarse con la colaboración de muchos, por eso el esfuerzo unido de los departamentos de Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica, Arquitectura, Inversiones y ATM de esta universidad alzan el nombre de un instituto de Educación Superior que apuesta por el enriquecimiento intelectual de sus educadores y educandos y por el necesario aporte a la economía cubana.

 

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