“Con Martí en el corazón”

“Con Martí en el corazón”

28 enero, 2022 Crónicas 0

“El pensamiento de José Martí adquiere renovada vigencia porque representa la cúspide de un legado cultural, político, social y filosófico orientado hacia los intereses de los pobres de la Tierra”, expresó el reconocido intelectual y político cubano Armando Hart Dávalos, al referirse a la impronta del ideario del Apóstol de la Independencia a la altura de los nuevos tiempos.

 Y es que, sin dudas, la defensa de los intereses más esenciales de la Humanidad trazó desde muy joven el camino del más universal de los cubanos, que lo llevó a respetar como nadie la dignidad humana, los derechos de los hombres y las mujeres, la equidad posible en una sociedad, el amor a los niños y niñas, entregando su vida a una causa preñada de ese espíritu humanista que lo acompañó siempre.

No por azar su elección fue estar al lado de los pobres, de los desposeídos, la cual hubo de practicarla convirtiendo su vida un desvelo de justicia, pues según nos enseñó: “Hacer es la mejor manera de decir”.

En la humildad de su cuna, no admitió el yugo de ningún condicionamiento y a golpe de lucha, forjó la guerra redentora de su pueblo, el derecho a pensar y la justicia social en una dimensión incalculable.

Su incesante labor, trascendió las fronteras de su tierra natal, para expresar con entusiasmo y convicción, los anhelos de esa porción expoliada del mundo que él llamó “Nuestra América”.

Martí fue el escritor insigne, el orador cuya palabra llegó a convertirse en fuerza material, el insuperable dirigente y revolucionario que eligió la utilidad de la virtud.

Él, cual heroico paladín de los destinos de sus semejantes, sintetizó y representó como nadie la herencia patriótica de sus antecesores y fue, al mismo tiempo, generador de altos escalones en la construcción de esa República digna, “con todos y para el bien de todos”.

 Su altísima moral, decoro, honor, sentido de la amistad, carácter, honradez a toda prueba, ejemplar conducta tanto pública como privada y el carácter profético y visionario de las ideas, lo convierten en un paradigma para las nuevas  generaciones.

Hoy, a 169 años de su natalicio, cuando vivimos en un contexto signado por un orden económico, político y cultural insostenible y donde la cultura del tener, la exaltación por lo material, la banalidad y la dominación de las mentes humanas con propuestas enajenantes y colonizadoras están arraigadas bajo la hegemonía del capitalismo, la obra y pensamiento del Maestro devienen savia para la juventud del mundo y nos conducen a ser cada día más martianos.

Amar a Martí es amar a Cuba, por lo cual se impone conocerlo, aprehender de si visión del mundo, obrar siempre bajo sus principios, trabajar sin descanso y “ponerle corazón” a nuestra Isla, vencer cualquier obstáculo, combatir la injusticia y servir incondicionalmente a la Patria, esa a la que consagró su existencia y a la que se debió en cuerpo y alma hasta sus últimas consecuencias.

Por: Indira López Karell

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