Cuando la academia apuesta por la sustentabilidad ambiental

Cuando la academia apuesta por la sustentabilidad ambiental

2 julio, 2018 Noticias 0

Cada día nos centramos en titulares que “sí interesan”: un adelanto en materia telefónica, progresan las fábricas con tecnología de punta, un robot tendrá emociones en el 2025; y olvidamos preguntarnos sobre el estado actual del planeta en que vivimos, por ejemplo, ¿cuáles son las dimensiones del agujero en la capa de ozono? ¿Qué acciones se toman para minimizar las lluvias ácidas? ¿Veremos el daño cuando sea irreversible?

“Necesitamos una cultura ambiental más fuerte”, ratificó ante esas interrogantes el profesor Arístides Pellegrí Mesa, para quien la salud ambiental resulta una prioridad desde hace una década, razón por la cual ha dedicado tiempo y esfuerzo a investigar y promover los nuevos desafíos de la sustentabilidad económica para Cuba y América Latina.

Este profesor de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz (UC), quien fue el primer cubano en ostentar el título académico de Segundo Grado en Ciencias Contables y Financieras, afirma que la meta insuperable hasta ahora resulta alcanzar un consenso en Latinoamérica sobre la sustentabilidad en esta rama del saber.

“El tema está monopolizado por los pensamientos críticos de los estudiosos de otros continentes, principalmente de Europa. Entonces hay que aterrizarlo al contexto cubano y trabajar más en el tratamiento jurídico de lo que hacemos”. Además, hay que incorporar estos elementos al argot contable, económico y administrativo de profesionales y directivos de los gobiernos locales del territorio, nosotros les brindamos los instrumentos, pero las decisiones corresponden a otras personas”.

El interés por concretar la búsqueda de políticas y acciones para proteger la naturaleza llevó a concebir el libro La Gestión Ambiental y la sustentabilidad empresarial. ¿Cómo surgió la idea?

—Nació a partir de un convenio entre el Doctorado de Ciencias Contables y Financieras de la UC y el de Gestión para el Desarrollo y Ciencias Administrativas de la Universidad Veracruzana de México. Ambos programas necesitaban de investigaciones pertinentes y publicaciones de excelencia, y este volumen era una vía importante para lograrlo.

¿Qué temáticas argumenta en sus páginas?

—El eje central es la sustentabilidad, por lo que se enmarca en un tema muy discutido, pero aún no resuelto dentro de las Ciencias Administrativas: el Tratamiento Económico Contable de las Partidas Ambientales. En ese sentido, trabajamos con el sector cafetalero y turístico de Cuba y Veracruz, que registran problemas ambientales similares, los cuales pretendemos resolver desde la academia en situaciones puntuales de sus economistas y contadores.

“El libro contiene 12 artículos, seis de cada centro, que pertenecen a tesis de maestrías y doctorados con aportaciones científicas importantes y planes de acciones para evitar los daños al entorno natural. También muestra la visión del fenómeno a través de especialistas de las universidades de Las Tunas, Guantánamo y el Centro de Investigaciones del Medio Ambiente en Camagüey”.

¿Hay factores que impiden mayor divulgación y estudio de la sustentabilidad económica en Cuba?

—Estamos insatisfechos con los planes y programas de estudio de nuestras carreras, porque la mirada a la sustentabilidad está enfocada en asignaturas optativas, aunque el Ministerio de Educación Superior trabaja para convertirlas en materias obligatorias. Otros países como Costa Rica, México y España las incorporan de esa manera, y no debemos quedarnos detrás, pues desde el punto de vista académico y de investigación tenemos excelentes resultados, pero nos falta brindarle prioridad en la enseñanza superior.

El medio ambiente clasifica como un recurso importante para las empresas y su economía, pero su gestión ha de ser eficiente en beneficio tanto de la entidad como de los seres humanos. Con el libro La Gestión Ambiental y la sustentabilidad empresarial, universidades cubanas y aztecas entregan a estas ciencias un manual para lograr impactos positivos desde lo económico, ambiental y social.

Por: Alexei Nápoles González y Yilenis Pérez Sanabia (estudiante de Periodismo)

Foto: A.N.G

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *