“El país necesita nuestro pequeño aporte”
A Liosvel Barrero Arjona, se le puede ver cada viernes desde temprano en los consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia Nº 14 y 15 del Área de Salud Previsora. Llega en su bicicleta, armado de nasobuco y lápiz a apoyar en las pesquisas voluntarias convocadas por la Universidad de Camagüey.
Arjona, como lo llaman algunos, cursa el 5º año de Ingeniería Mecánica. Está con los pensamientos volcados en la tesis, al tiempo que realiza los estudios para finalizar la asignatura asignada para el año. Vinculado a la Empresa Geominera Camagüey, aguarda por su banco de problemas para comenzar su ejercicio de culminación de estudios.
Sobre cómo llegó a esta tarea y sus impresiones comenta: “La convocatoria de las pesquisas me llegó por el grupo de Whatsapp de mi brigada. Me explicaron en qué consistía y accedí a participar todos los viernes, dando mi apoyo al país para combatir esta pandemia”.
Luego de estudiar durante cuatro años de forma presencial en la universidad, esta coyuntura le ha impuesto a Liosvel otro reto: La educación a distancia. “Apoyamos solo los viernes. El resto de la semana es dedicado completamente al estudio en la modalidad no presencial, esa es mi prioridad con Covid 19 o sin ella: estudiar y graduarme. Prefiero las clases presenciales en la UC, con el contacto directo con el profesor.
“Ahora tengo que autogestionarme un poco más el conocimiento y eso es positivo. Pero estoy bien seguro que bajo las actuales circunstancias prefiero esta modalidad, antes de exponernos con el gran cúmulo de estudiantes de Camagüey y otras provincias que viajan normalmente a la institución, ya que eso trae consigo la exposición de nuestros familiares”.
Al preguntarle por sus emociones sobre las pesquisas voluntarias nos cuenta: “Sumarnos a la tarea es un paso positivo. Vivir una situación pandémica es una experiencia que a nosotros los universitarios nos ha tocado jóvenes, de ahí la importancia de apoyar. Lo que hacemos es imprescindible, para secundar a los estudiantes de las Ciencias Médicas, quienes desde el inicio visitan día a día a toda la población”.
“Es un reto porque estamos en la calle, no sabemos dónde está el virus, pero tenemos la disposición para, como se dice, echar para adelante, tratar con nuestro granito de arena, de reducir el contagio”.
Como muchos otros, Arjona no puede descuidar el uso de los medios de protección: “Jamás podemos perder de vista la percepción del riesgo, porque aunque el contacto con las personas es mínimos, tocamos superficies comunes. Esta enfermedad, como nos muestran las cifras diarias, no siempre muestra síntomas de quién la padece, y hay un número importante de personas positivas que no han identificado su fuente de infección. No es solo tener claro que debe usarse el nasobuco, sino cómo hacerlo correctamente para que surta efecto”.
“A los estudiantes que no se han sumado aún, el mensaje es que no tengan temor a contagiarse y se integren. Mientras mantengamos las medidas de protección, no debemos enfermarnos al realizar la tarea. Es una tarea de todos, el país necesita nuestro pequeño aporte”.
Texto y fotos: Laura Marian Bacallao Padrón
