Maraguán no pierde su esencia

Llegué. Y sentí incertidumbre. Los había visitado otras veces, antes de la era del distanciamiento físico y el nasobuco. Confieso que, tras los meses de cuarentena por el coronavirus, temía no encontrar la misma energía de siempre.

Pero mis dudas desaparecieron enseguida. Al entrar fue como un deja vu: el guaguancó se escapaba por la hendija de la puerta en la habitación de los músicos y podía sentir los pasos de rumba en el tabloncillo.  Allí los encontré. Donde son más útiles y felices. Regalando su arte.

Me arrimé hasta el tabloncillo donde ensayaban y permanecí en silencio para no importunarlos. Dos minutos más tarde saludé a los bailarines y a la Maitre del conjunto, Aidaysora Muñoz Cabrera. Con ella conversé sobre Maraguán y también de la Cultura Cubana.

• Profe, ¿Cómo es su día a día en Maraguán?

Cuando comencé a trabajar en Maraguán el trabajo parecía muy simple, pero a medida que pasó el tiempo me fui enamorando del proceso pedagógico y adquiriendo experiencias. Hoy puedo decir con seguridad que Maraguán es mi segunda casa. Aquí me siento realizada, me siento plena.

• ¿Cuánto ha evolucionado el conjunto artístico a través de los años?

Nosotros hemos tratado de perfilar y enriquecer el proceso artístico de la compañía, ampliando el trabajo que ya en su madurez había logrado el maestro Medrano. En ese sentido decidimos optar por nuevas propuestas artísticas, especialmente los géneros populares cubanos como la rumba y los bailes yorubas.  Además, trabajamos los bailes latinoamericanos, también depende de las peticiones artísticas que se nos hacen. Pero sí mantenemos la esencia que nació con la primera generación de artistas de Maraguán: la defensa de la cubanía y del arte. Ese es nuestro objetivo social.

-Hablando de cubanía, ¿cómo defiende Maraguán la cultura cubana?

– Nosotros tenemos un espectáculo clásico, “Del salón a la plaza”, que como decimos es el paradigma cultural de nuestra universidad. Este es un espectáculo que refleja todos los bailes populares cubanos, desde los bailes de salón hasta la comparsa; allí hacemos reseña de los pregones, de la vida popular, del solar… de la cotidianidad cubana.

¨Somos una agrupación que se identifica por desarrollar el sistema artístico de casas de cultura, que es al cual pertenecemos, independientemente de que somos una agrupación aficionada, participamos como invitados en los procesos de índole profesional en la provincia, el país y también internacionalmente. Hemos tenido la oportunidad de representar a Cuba en diversos escenarios del mundo¨.

La pandemia de la Covid-19 detuvo al planeta. Todos hemos tenido que resignarnos, o más bien, acostumbrarnos a una nueva forma de vida. Los artistas han buscado nuevos caminos para transmitir su pasión. Así, lo han hecho también los jóvenes de Maraguán, su coreógrafa lo cuenta:

¨Recientemente hemos estado participando en diferentes festivales online de Colombia, Italia y Brasil, donde, a pesar de que ha sido con una cifra muy reducida, hemos podido compartir lo que hacemos, nuestro arte, nuestras tradiciones¨. Lamentablemente la situación epidemiológica ha limitado nuestros ensayos y la presencia de los estudiantes de otras provincias.

Me gustaría agradecer esta oportunidad, porque tras tantos meses de inhabilitación por la Covid-19.  Y más en la víspera de nuestro aniversario nos hubiera gustado hacer un nuevo espectáculo, compartir con la comunidad universitaria, llenar un teatro…

Llenar un teatro… (estas tres últimas palabras no salieron de su boca, las arrojó el alma) …no podremos celebrarlo como quisiéramos- concluyó.

Antes de despedirme, contagiada con su nostalgia y llena de agradecimiento por la labor que realizan le dije – espero verlos pronto en el escenario- y ella, con la enorme sonrisa que la caracteriza, y con ese sabor cubano que lleva en las venas, respondió – seguro, periodista, estamos ideando nuevas propuestas, Maraguán no pierde su esencia-.   

Por: Yilenis Pérez Sanabia