Para soldar innovación y tecnología

Para soldar innovación y tecnología

14 diciembre, 2021 Entrevista Noticias Saber científico 0

Desde los  laboratorios del Centro de Estudios para la Explotación, Fabricación y Recuperación de Equipos y Piezas (CEEFREP) se gesta un proyecto que trabaja en la elaboración,- con recursos del territorio-, de un producto que contribuirá a la sustitución de importaciones y a la recuperación de equipos automotores, por ejemplo.

La propuesta subyace en la investigación del M.Sc Pablo Oñoz Gutiérrez: Desarrollo de un electrodo para la recuperación de piezas expuestas a desgaste, a partir de un revestimiento compuesto por mezcla de rutilo y minerales nacionales.

Un electrodo, según la definición de la RAE, es un conductor eléctrico utilizado para hacer contacto con una parte no metálica de un circuito. La palabra fue acuñada por el científico Michael Faraday por composición de las voces griegas elektron, que significa ámbar y de la que proviene la palabra electricidad; y hodos, que significa camino. (Wikipedia)

“Los electrodos consumibles que se utilizan en la recuperación de piezas en Cuba no se producen, hay que importarlos, y en el mercado internacional son costosos. Las restricciones por las que atraviesa la  economía cubana y el bloqueo , impactan de forma negativa en la disponibilidad de recursos financieros para la adquisición de los mismos, por lo que se priorizan algunos sectores como la Industria azucarera para la reparación de los centrales” señala Oñoz.

En la soldadura por arco se emplea un electrodo como polo del circuito y en su extremo se genera el arco eléctrico. En algunos casos, también sirve como material fundente. El electrodo o varilla metálica suele ir recubierta por una combinación de materiales diferentes según el empleo del mismo. Las funciones de los recubrimientos pueden ser: eléctrica para conseguir una buena ionización, física para facilitar una buena formación del cordón de soldadura y metalúrgica para conseguir propiedades contra la oxidación y otras características. (Wikipedia)

“No obstante, otro grupo de talleres en el país como los que atienden los ferrocarriles, la agricultura, los de vehículos automotores también precisan de esos productos y al no tenerlos, utilizan otros no apropiados para este fin como es el E 6013, para rellenar las piezas y poner en funcionamiento los equipos pero la durabilidad es baja y por tanto se incrementan los costos de mantenimiento porque el equipo va a retornar más seguido al taller.”

Con una mezcla de orgullo y humildad habla de su investigación Pablo Oñoz. Constancia, dedicación y empeño sazonan su andar por más de 35 años en la Universidad de Camagüey y los resultados de aquella idea que fue tomando forma, concretando su novedad y hoy forma parte de un proyecto empresarial en el que intervienen también el Centro de Investigaciones de Soldadura (CIS)perteneciente a la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas y la Empresa de Derivados del Acero representado por la UEB Fábrica de Alambres y Electrodos, de Nuevitas.

La recuperación de piezas afectadas por desgastes mediante soldadura manual por arco eléctrico se puede realizar por dos procedimientos: la reconstrucción o el recargue. El electrodo en desarrollo está destinado al recargue, ya que su depósito se caracteriza por una alta dureza, lo que permite incrementar la resistencia al desgaste de las superficies alargando la vida útil de las piezas recuperadas. (Tomado de: Oñoz, P. (2021): Desarrollo de un electrodo para la recuperación de piezas expuestas a desgaste, a partir de un revestimiento compuesto por mezcla de rutilo y minerales nacionales. Trabajo de CTS)

“La necesidad de esos electrodos unido a la facilidad de contar con una fábrica que elabora productos similares, en Nuevitas y la existencia de yacimientos de cromita en Altagracia con minas que están en explotación constituyen fortalezas para el desarrollo de la investigación.

“Otro de los componentes empleados es el grafito. En Cuba no hay yacimientos de ese  mineral, por lo que se tiene que importar. Sin embargo, -explica-contamos con dos acerías: Antillana de Acero, en La Habana y ACINOX, en Las Tunas, en las cuales los hornos de arco eléctrico para fundir el acero utilizan unos electrodos  que generalmente no se aprovechan en su totalidad, por una mala manipulación o porque se daña el exterior y esos residuos no tienen una utilización práctica como tal. Sin embargo, para nuestro trabajo sí sirven.

“De esa manera, en nuestra investigación estamos usando una materia prima que es un desecho industrial y un mineral de baja ley que está en abundancia en el territorio.

“Retomar la fabricación de estos electrodos a partir de utilizar las capacidades instaladas en las fábricas y emplear una parte de las materias primas de origen nacional para el revestimiento contribuye a reducir importaciones y costos.”

¿Cuánto tiempo lleva en desarrollo el Proyecto Empresarial y en qué fase se encuentra en estos momentos?

El proyecto ya lleva dos años. Estamos en una fase avanzada de desarrollo, con el trabajo experimental, a escala de laboratorio, y está pendiente: hacer la corrida en condiciones de la industria, o sea, producir un lote que se pondrá a prueba en los talleres.

Otros investigadores implicados son:

        Emerio Fadraga Hernández (CEEFREP)

        Manuel Rodríguez Pérez (CIS)

        Lorenzo Perdomo González (CIS)

        Ubaldo Cepero Acosta (DA) Pablo

Explícame con mayor detenimiento los usos de este electrodo.

No existe un electrodo universal.  Este es para una aplicación específica en la recuperación por recargue de piezas de trabajo en condiciones de desgaste por fricción metal-metal, abrasión de baja tensión y pequeño impacto. Es para ese campo de aplicación nada más pero es un campo amplio porque existe una gran variedad de piezas que hoy salen de servicio por ejemplo, en los vehículos automotores por ese desgaste.

De ahí, su impacto económico…

El impacto económico está dado principalmente en la sustitución de importaciones de esa gama de electrodos y de manera indirecta, el contar con electrodos específicos permite incrementar la durabilidad de esa reparación, por tanto, reducir costos de mantenimiento, tener equipos funcionando más tiempo y aumentar la cantidad de equipos recuperados.

Para soldar innovación y tecnología basta el empeño de hombres como Pablo Oñoz, donde la necesidad conlleva a respuestas tecnológicas efectivas desde la investigación y la ciencia.

Por Adary Rodríguez Pérez

 

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