Villena: Una vida con luz plena de mediodía
Tenía tan solo 3 años cuando el Generalísimo Máximo Gómez, atraído por la mirada de aquel niño aseguró: “Tu vida tendrá luz plena de mediodía”. Aquella profecía histórica se haría realidad poco después en el joven Rubén Martínez Villena, uno de los intelectuales y revolucionarios de mayor trascendencia de los años veinte y treinta del siglo pasado.
Cuando este 16 de enero la historia nos recuerda la partida física de Villena, el pueblo cubano evoca a quien desde temprana edad luchó contra los males de los gobiernos de su época. Sus principios y capacidad de liderazgo lo llevaron a organizar la conocida Protesta de los Trece y posteriormente, a crear el Grupo Minorista; arma defensora de las clases nobles, que legó un importante manifiesto considerado entre los documentos más adecuados de la intelectualidad cubana del siglo XX.
La madurez política de Rubén crecía a pasos agigantados y al mismo tiempo, plasmaba lo más auténtico de su pensamiento en poemas o en la prosa exquisita de su faceta literaria. En el Villena escritor encontramos la motivación de sus padres, la influencia de sus amigos Enrique Serpa y Juan Marinello, pero sobre todo, su amor incondicional a la Patria y a las causas justas de la misma. Prueba de ello es su poema “24 de febrero” en el que afirmó:
“Hubo una larga pausa en el sangriento drama;
Hubo un resurgimiento de ensueños y de afán
y diecisiete años avivaron la llama
que ardiendo en cada pecho se convirtió en volcán”
La madrugada del 16 de enero de 1934 se apagó lentamente la vida de Rubén, luego de una lucha incansable contra el deterioro progresivo de su salud. Aunque esta tierra perdió físicamente un gran hijo, la luz que un día le prometió Máximo Gómez, alumbra desde entonces el camino de la intelectualidad cubana; y coloca el nombre de Rubén Martínez Villena en las páginas más preciadas de la historia de Cuba.
Por: Enmanuel A. Santos Rodríguez
