Otra epopeya joven

Otra epopeya joven

1 junio, 2021 Noticias 1

A lo largo de los siglos, muchos jóvenes han preferido no ver pasar la historia, sino escribirla ellos mismos y ser la propia historia. No es de extrañar entonces que hoy, cuando un nuevo enemigo se nombra SARS-Cov-2 y la victoria se traduce en la salud de nuestro pueblo, miles de manos lozanas se han armado de la misma osadía de aquellos que entraron por la Posta 3 para asaltar un Moncada o el mismo arrojo de los que subieron la Sierra con más intrepidez que armas.

Múltiples historias de ese noble accionar se han repetido en días de Covid – 19 en la Universidad de Camagüey, con sus estudiantes y profesores como protagonistas. Es el caso, en particular, de los que encaramos el virus en la Residencia de Posgrado de esta casa de altos estudios, uno de los centros de aislamiento habilitados en la provincia para viajeros procedentes del exterior.

Aquí hemos estado más cerca del riesgo y, no lo negamos, del miedo, pero son sensaciones que se pierden en la gratitud de una paciente como la carismática Milagros, residente en Italia, quien agradece el calor y la cercanía con que se ha sentido tratada más allá de caretas, guantes, nasobucos y sobrebatas que nos separan. El temor del contagio se pierde cuando recibimos el reconocimiento sincero de quienes ya cumplen sus días de aislamiento y pueden ir a abrazar a los esperan en casa con la certeza de ser negativos al virus.

Con capacidad para 30 pacientes, este centro dispone del personal médico y de enfermería para ofrecer una atención personalizada a cada viajero, en vigilancia constante a sus signos vitales y síntomas. Sin embargo, asegura Dayana Aguila Arévalo, doctora al frente del alojamiento, el desarrollo de una efectiva labor asistencial depende en gran medida del desempeño imprescindible de los facilitadores, compleja tarea que la joven comunidad universitaria desarrolla de manera meritoria.

“Son los facilitadores, dice Aguila Arévalo, quienes hacen posible un cumplimiento estricto de los protocolos sanitarios, desde la fumigación de los equipajes llegados de los aeropuertos del país hasta la limpieza y desinfección de las áreas, además de la atención directa con el paciente en la entrega de comidas o cualquier necesidad que demanden.”

Belkis González González, enfermera en este centro para viajeros internacionales, reconoce el positivo criterio de cada paciente con los facilitadores que por aquí han transitado, por la constante preocupación con su bienestar y mejor estancia. Esta profesional de la salud manifiesta que el trabajo en equipo que se logra entre voluntarios y personal médico garantiza un servicio seguro y de calidad.

Y no es esta hazaña una gesta menor a las inscritas en la Historia Patria, es ahora la trinchera de combate de cada uno de los que sienten suyo el deber y acuden al llamado sin titubeos. Es, para la Universidad de Camagüey, una experiencia única, pero que eleva el prestigio y el compromiso de los suyos y, cuando volvamos a las aulas, seremos sin dudas más denodados, más altruistas, en fin, más humanos.

Por: César Alejandro Moreno Lezcano

Fotos: Alfred Avello Pestano

One Response

  1. Evelyn Vidal dice:

    Hay que destacar la labor que realizan no solo en la Residencia de Postgrado sino en la institución de manera general porque en este tiempo tan difícil que se vive, la acogida, ayuda, atención y apoyo que brindan a los que pasamos largos días de incertidumbre y de espera lo hacen más reconfortante con su buen trato, dedicación y voluntad para que juntos podamos vencer la pandemia. Gracias por hacerme sentir como en casa.

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