“Rutas para construir nuestro futuro”

“Rutas para construir nuestro futuro”

10 noviembre, 2021 Noticias 0

Carla, graduada hace poco más de 5 años de la carrera de Estudio Sociocultural ejerció muy poco tiempo esa especialidad. Al egresar encontró otras opciones que le resultaron más atractivas y mejor remuneradas, aspecto en el cual jugaron un rol esencial su escasa formación vocacional y orientación profesional en ese momento decisivo de seleccionar la carrera a estudiar.

Al igual que ella, hoy muchos adolescentes y jóvenes cubanos se debaten en el polémico tema de cómo seleccionar carreras, lidiando con cuestiones como sus aspiraciones, aptitudes, necesidades económicas y sociales, realidades personales, entre otros asuntos que de no recibir la adecuada orientación pueden conducirlos luego por caminos como la frustración ó el éxodo hacia otros sectores.

Ciertamente, elegir carrera puede causar cierto grado de frustración entre los jóvenes, quienes muchas veces se sienten desorientados o necesitan argumentos más sólidos para convencerse a sí mismos, basados en sus gustos y habilidades. De ninguna manera es válido la imposición de los padres ó familiares cuando de trazar su futuro se trata.

Numerosas investigaciones al respecto han confirmado que hacer una mala elección podría generar fuertes consecuencias en su desarrollo profesional.

Actualmente estadísticas globales muestran que 1 de cada 3 estudiantes se equivocan al elegir carrera universitaria. También, que 2 de cada 3 no tienen certeza de qué estudiar a la hora de elegir, elementos en los cuales se hace preciso continuar trabajando aun cuando en nuestro país se realizan esfuerzos para potenciar la formación vocacional y la orientación profesional de los educandos.

En la Mayor de las Antillas desempeñan una labor vital nuestras instituciones educativas, profesores, secretarios docentes y metodólogos de Educación, encargados de asegurar que el estudiante llegue al duodécimo grado con al menos una idea certera de qué quieren y qué deben cursar en las aulas universitarias y en otros sectores técnico profesionales, porque los técnicos medios, obreros calificados y tecnólogos de la salud también son necesarios.

Asimismo existen numerosos proyectos que aseguran la correcta formación vocacional y orientación profesional de alumnos en la enseñanza preuniversitaria, donde resaltan su inserción en círculos de interés afines a sus intereses desde las primeras edades, las visitas de estudiantes universitarios a las escuelas posteriormente, el proyecto de “Puertas Abiertas” a las universidades y el no menos relevante de insertar en las casas de altos estudios a los aspirantes a carreras como Física y Matemática.

Pero esas alternativas no son suficientes y muchos escolares aún se sienten desinformados, escogiendo en ocasiones las carreras por obra y gracia de la vocación familiar, exhortaciones de los amigos o incluso la pareja y prevalece muchas veces como principal motivación satisfacer sus necesidades económicas por encima de su autorrealización como seres humanos.

En ese camino, existen rutas para elegir nuestra carrera ideal entre las que destacan: pensar en qué nos gustaría hacer todos los días, esas actividades que nos generen mayor placer y entusiasmo; analizar de manera autocrítica nuestras principales fortalezas y debilidades e investigar sobre esa especialidad que nos interesa con personas que hayan cursado las mismas.

No basta con mostrar el quid de una carrera, es imprescindible visibilizar cuál es su utilidad para la sociedad cubana, teniendo en cuenta factores como su perfil profesional, ubicación laboral, la remuneración salarial, posibilidades de superación y las oportunidades laborales en esa área del conocimiento.

Solo así es posible lograr una sociedad donde sus futuros profesionales descubran su vocación, se sientan motivados con su labor y trabajen en pos de construir un país mejor.

Por Indira López Karell

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