50 valentines para la Economía

50 valentines para la Economía

14 febrero, 2022 Noticias Reportajes 0

Magaly Almeida y Yordano Rodríguez son una pareja consolidada. La magia de febrero, irresistible para muchos, le da a esta pareja de más de 30 años la oportunidad de rememorar la sólida unión que los ha llevado a compartir toda una vida juntos. Ellos hoy celebran por partida doble.

Primero fueron alumna y profesor, cuando la Maga estudiaba Licenciatura en Matemáticas, en el llamado Pedagógico. Solo cinco años por encima tenía el profe, pero a ella la cautivó su inteligencia y su magistral forma de impartir clases. Era 1987. No se pudo resistir y desde entonces es su consultor número uno, su confidente, su par, su cómplice, su extensión…y ella es la de él.

Magaly y Yordano, con su nieta Alma

Historias como esta evidencian la fuerza del amor para atravesar fronteras, para crecer con cada infortunio. En historias como esta la equidad cobra vida y a la monotonía se le evapora el chance de enfriar el romance, pues Magaly y Yordano trabajan juntos como docentes universitarios desde hace décadas.

Ellos, orgullosos de los logros de su facultad, analizan desde la comodidad del hogar o desde el ajetreo de las aulas cómo ser mejores y cómo formar a profesionales con altos niveles de preparación para el mundo laboral. Esta cultura, presente en su formación desde jóvenes, se respira también en su centro  de trabajo: la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Camagüey.

La FCE o Facultad de Economía, como algunos aún la llaman, cumple hoy 50 años. Se dice fácil, pero ni varias sesiones de entrevistas, ni una hora y media de anécdotas pueden resumir cuánto se ha vivido y cuánto ha cambiado la facultad. No obstante, algo prima en ella y es el afán por mantenerse en consonancia con el ritmo que signa al mundo empresarial.

El comienzo del viaje

Los estudios de las ciencias económicas en el territorio camagüeyano inician por la necesidad de formación de profesionales y especialistas dedicados a potenciar el desarrollo económico en la provincia. Es así como a inicios de 1971 las Universidades de La Habana (UH), Oriente (UO) y Las Villas (UCLV) fueron convocadas para preparar la propuesta al Ministerio de Educación sobre la apertura del Instituto de Economía de la Universidad de Camagüey.

En la reunión entre representantes de los Institutos de Economía de esas universidades y el Partido de Camagüey se acordó que cada una de ellas aportaría sus próximos graduados camagüeyanos para que formaran la esencia del claustro profesoral. También decidieron que las profesoras Aida Leonor Rodríguez e Iris María González, de la UCLV, redactaran junto a Ignacio Cañabate la solicitud correspondiente al Ministerio de Educación, así como la petición de los recursos materiales necesarios para abrir la carrera de Licenciatura en Economía en el territorio. Era 1972 y llegaba febrero, el Día del Amor también sería el día de la fundación.

Un año después, además de Licenciatura en Economía, comenzó la Licenciatura en Control Económico. Con esto, se sumaron compañeros de otras universidades y de la provincia, lo que marcó el inicio de nuevas historias. En aquellos años las clases se impartían en la Secundaria “La Avellaneda”, y a partir de 1975 en la llamada, en aquel entonces, Sede Central. En el edificio que hoy ocupa Ciencias Agropecuarias, se concentraban todos los profesores del Centro Universitario: en la planta baja, los departamentos de todas las carreras; y en las superiores, las aulas para sus dos carreras: Licenciatura en Economía y Licenciatura en Control Económico.

Según rememoran algunos, lo notable de este período es que los profesores impartían su docencia teniendo como fondo el ruido de los equipos que trabajaban en los restantes edificios en proceso de construcción. Luego subieron al tercer piso de la actual Facultad de Química y las clases se impartían en lo que es hoy la residencia para becarios extranjeros. Tiempo después, volvieron a mudarse, esta vez para ocupar los predios de la actual Facultad de Construcciones.

Por último, esta facultad, de las más andarinas de la UC, encontró su espacio definitivo en el edificio HI, al cual, inicialmente, se entraba mediante tablones puestos en el suelo para evitar el fango. Sí, es que el amor nos lleva a hacer maravillas.

Con el corazón a cuestas

Hoy día la facultad posee cuatro carreras, todas con Plan E de estudios implementado. Posee también dos carreras de ciclo corto: Comercio Sostenible, y Asistencia Turística, a las que se incorporarán otras dos el próximo año.

La Licenciatura en Economía tiene el perfil de preparar a sus egresados en estudios de ciencias económicas, especializados en la planificación y la administración de empresas para trabajar en Organismos de la Administración Central del Estado en la provincia.

Se estudia también la carrera de Licenciatura en Contabilidad y Finanzas, que forma especialistas dedicados al control de los hechos económicos, o sea, al registro del control y a la presentación de la información para la toma de decisiones. Esta carrera es de las más solicitadas en la facultad por la cantidad de profesionales que necesitan las empresas para trabajar la contabilidad.

Una de las más nuevas es la Licenciatura en Turismo. Su alta demanda responde a que tiene el objetivo de formar cuadros intermedios dentro del sector para laborar en instalaciones turísticas, turoperadores o en cualquier área relacionada con la comercialización en el sector turístico.

Igualmente se estudia la Licenciatura en Educación-Economía, la cual se encarga de formar profesores especializados en Economía y Contabilidad. Mayormente estos egresados imparten clases en la enseñanza técnico-profesional.

Existen también seis programas de maestría: Desarrollo Regional, Dirección de Empresa, Administración de Negocios, Gerencia de la Ciencia y la Innovación, Gestión Turística y Contabilidad Gerencial. Para aumentar la superación de sus profesionales y de los posgraduados en general, la facultad posee dos programas doctorales, con varios años de experiencia, enfocados en las Ciencias Económicas y con excelentes resultados en la formación doctoral.

Oliek González, primero estudiante, y profesor, y después decano, asegura que son muchos los resultados nacidos de y en esta facultad: “Evidentemente, debe pasar el tiempo para que estos resultados se consoliden en hechos de impacto. En los últimos años hemos cosechado éxitos. Un ejemplo son las acreditaciones de nuestras carreras, pues las de Economía y de Contabilidad son de Excelencia. La carrera de Turismo lo hará el próximo año, por la cantidad de graduaciones que tiene, y lo mismo pasa con la carrera de Educación-Economía.

“Hemos creado dos centros de estudio y quiero decir que es de las pocas facultades en el país que se precie d esto. Uno de ellos, dedicado al estudio multidisciplinario del turismo (CEMTUR), con excelentes resultados; y el Centro de Estudios de Dirección Empresarial y Territorial (CEDET), encargado además de inculcar el enfoque de las investigaciones hacia la gestión del desarrollo local. También lazamos Retos de la Dirección, una revista indexada en bases de dato de prestigio internacional, lo que le ha merecido un reconocimiento dentro y fuera del país.”

“Tenemos una Cátedra UNESCO, que es la número 13 de Cuba y la tercera fuera de la capital. Está orientada, precisamente, a la gestión del desarrollo local en el territorio y está amparada por la certificación que ofrece la UNESCO sobre este tema. Con esta Cátedra agrupamos los resultados que se desarrollan en la universidad orientados a la gestión del desarrollo local”.

Al analizar la relación de la academia con la sociedad, se nota el orgullo del trabajo bien hecho: “El impacto positivo de la FCE se extiende más allá de su sede física, pues en los Centros Universitarios Municipales se estudian las Licenciaturas en Turismo y en Contabilidad y Finanzas. Los vínculos que ha desarrollado la facultad, tanto con empresas del territorio como con los organismos de la administración central del estado y el gobierno, en particular, han caracterizado siempre el trabajo de la facultad. Esto ha posibilitad fortalecer resultados investigativos y de innovación que se materializan en proyectos de desarrollo local aprobados y en funcionamiento; en premios, como el más reciente, el “Abel Santamaría”, que fue Premio Nacional de la ANEC (Asociación Nacional de Economistas de Cuba), otorgado a nuestra vicedecana de Investigación y Posgrado, Dr.C. Dayanis Socarrás.

Nuestros resultados se consiguen y se integran a través de programas de maestría y doctorado que vinculan sus resultados con los proyectos de investigación que tiene la FCE y de esa manera también se desarrollan los procesos extensionistas en el territorio, fundamentalmente con alcances entre Ciego de Ávila y Guantánamo”.

Sacando cuentas…

Es fácil comprender ahora por qué tantos profesionales han pasado por esta institución icónica dentro de la Universidad de Camagüey, y por qué muchos de sus antiguos docentes se reincorporan para vivir desde otra perspectiva los procesos que se generan en la facultad. Resulta sencillo entender que de las hijas de Magaly y Yordano, una siguiera la pasión de sus padres y estudiara en la misma facultad, para luego engrosar las filas de su claustro, honrando la noble profesión del magisterio.

Esta pareja de profes, que han ocupado cargos docentes y administrativos de enorme responsabilidad -y aún lo hacen- labora desde hace décadas en la FCE. Yordano, desde el 2000, y Magaly seis años después, readaptando sus conocimientos de la Matemática al mundo contable, al entorno universitario y contribuyendo a la formación de profesionales sumamente preparados en este contexto.“El 30 de abril cumpliremos 30 años de casados, pero nuestro romance comenzó en febrero. Llevamos toda la vida juntos, como profesionales también, desde el ‘93. Tengo muchos recuerdos de esta facultad y, precisamente, cuando entré a trabajar aquí, se celebraba también un aniversario. Me gustó mucho porque se hicieron muchas cosas lindas”, reflexiona Magaly detrás de una taza de café y mirando a su eterno compañero, que parece distraído, pero en realidad sigue atento nuestra conversación.

“Nuestras hijas siempre han estado rodeadas de compañeros del trabajo. Creo que esa intelectualidad, ese ambiente que las envolvía, las hacía mantenerse pendientes de lo que se hablaba, de los libros, y así crecieron, desde chiquitas aprendiendo de la labor de nosotros, nuestros colegas y nuestros estudiantes. Ellas siempre nos acompañaron a las actividades de la Universidad: desfiles, trabajos voluntarios, hasta reuniones. Me parece que eso ha fomentado en ellas un sentido de la responsabilidad. 

“De manera general, en nuestra relación de pareja y luego como padres, siempre quisimos que nuestras hijas se superaran al máximo. Les hemos brindado nuestro apoyo y creo que hemos hecho un buen trabajo, con amor, con paciencia. Creo que son buenas hijas y buenas profesionales, pero nosotros siempre hemos intentado inculcar con el ejemplo, para que, en el plano personal, cada una de ellas construya familias amorosas, respetuosas y positivas.”

Es que el amor y el compromiso, cuando viene de la mano, pueden lograr lo inimaginable. De eso está más que consciente la MSc. Aleida Varona Safora, destacada profesora y dirigente con más de 40 años de experiencia.
“Comencé como profe de Contabilidad, pero he transitado por todo el ciclo de esta carrera. Aún imparto docencia en la facultad, porque esa es otra parte de mí.” Algo destaca en esta facultad tan reconocida y respetada en la UC, pues según Aleida, “resalta la capacidad de preparar profesionales por más de 40 años, los que aportan a las ciencias contables toda una serie de investigaciones y operaciones que demuestran el sentido de pertenencia para la facultad y específicamente para mejorar la economía en nuestro país.

“Como profesional, laborar tantos años dentro de este colectivo me ha aportado la posibilidad de superación permanente. De todos es conocido que la contabilidad es una ciencia que se encuentra en constante movimiento, y es muy importante nutrirse de lo nuevo, para, una vez asumido esto, transmitir dichos conocimientos a profesionales que se encuentran vinculados a los procesos del territorio para que logren cumplir con el objeto social al que responden.”

Es destacable el hecho de que nuestra facultad vincula una serie de procesos que ameritan ser analizados, debatidos y mostrados al pueblo. En estos momentos y de conjunto con la ANEC, ANAP, Ministerio de Finanzas y Precios, la CTC estamos trabajando en una actividad fundamental como la Tarea de Precios, para lograr acciones de control en precios mayoristas y minoristas, y para enfrentar las violaciones que hoy ocurren. Ahí es donde radica la importancia de nuestra facultad”.

Para Aleidita, como algunos le llaman, impartir docencia aquí la ha colmado de anécdotas. Después de cuatro años de trabajo en la hermana nación de Angola, impartiendo clases, aún tiene alumnos extranjeros que la recuerdan con cariño. Lo mismo le ocurre en Cuba, cuando sus ex alumnos de hace más de 20 años, la buscan, la llaman y le escriben. Es que el desenfado de esta dama, aparejado con sus maravillosas clases, hacen brillar al excelente claustro que compone la Facultad de Ciencias Económicas.

“Creo que nuestra fortalece reside en la calidad de la formación de profesionales que somos capaces de graduar año tras año para nuestra sociedad, lo que evidencia nuestra propia calidad”, concluye Aleida, con ese criollismo tan suyo y que cautiva tanto a alumnos como a compañeros.

…para seguir volando

Durante estos 50 años, la institución ha experimentado importantes transformaciones en todos los ámbitos, tanto en su nombre como en su infraestructura. La elevada preparación y prestigio de su claustro, reconocido no solo en Cuba sino también a nivel internacional, posibilita mantener la calidad de los procesos formativos de pre y posgrado.

El intercambio con estudiantes de otras naciones ha aportado a esta institución otra visión de los fenómenos que signan la vida, y estos enfoques han permitido enriquecer el proceso de formación dentro y fuera de las aulas. Nicaragua, México y varios países africanos formaron parte de esos inicios de intercambio de nacionalidades. En este sentido, vale recordar la solidaridad entre profes y estudiantes ante la invasión a Granada, y la unión que caracterizó las actividades para apoyar la lucha de este pueblo por su liberación.

El compromiso con el desarrollo del país es producto de una cultura que se ha desarrollado en la facultad a lo largo de 50 años. El vínculo constante de la academia con el sector empresarial provoca que la actividad de formación que realizamos sea muy viva, muy actualizada y que cuente, además, con la participación de muchos profesionales de la práctica”, explica Oliek ante la pregunta de qué es lo que distingue a la FCE.

“Tenemos muchos profesores que son adjuntos, algunos de ellos, directores de organismos. Esto no solo mantiene activo el proceso de formación, sino que los hace vincularse a los procesos de investigación de la facultad, lo que se traduce en mayor relación con entidades y mayor impacto de las investigaciones”.

El orgullo de pertenecer a una antigua y a la vez joven facultad también se respira entre sus alumnos. Por eso exhiben con orgullo su sello de invictos en juegos deportivos, su masividad en tareas orientadas por las organizaciones políticas y de masas, su júbilo en festivales de aficionados al arte, y su unidad a la hora de cumplir con las encomiendas.
Esta facultad cumple 50, pero se mantiene fresca y lozana como el amor que la fundó. Se mantiene vibrando fuerte como el amor de Magaly y Yordano, como el de Aleida, y como el de muchas otras personas que esperan cada 14 de febrero para regalar corazones y volar a por más.

Por: Osleydis Pérez Ferriel

Fotos de la autora y tomadas del perfil de la facultad en Facebook

 

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