Un 10 de octubre glorioso

Un 10 de octubre glorioso

11 octubre, 2022 Noticias 0
Esa mañana las campanas del ingenio La Demajagua sonaron diferente. Los esclavos, citados en la plazoleta, escuchaban atentos a Carlos Manuel de Céspedes. Se hablaba de Patria e independencia.
Se respiraba libertad; y brotaba coraje de las entrañas de aquellos hombres que decidieron otorgar su vida a la contienda.
Ese día, 10 de octubre de 1868, marcaba un antes y un después en la historia de Cuba, quedaba registrado para la posteridad el inicio de una lucha que no terminaría si no, con el triunfo definitivo.
Fue un día glorioso. No solo se proclamó el comienzo de la guerra, sino que también ondeó la que fue nuestra primera bandera, diseñada por el propio Céspedes y confeccionada por la joven manzanillera Candelaria Acosta Fontaigne.
¡Soldados de la independencia! ¡El sol que ven asomar por encima de la Sierra Maestra, viene a alumbrar con su gloria el primer día de la libertad de Cuba!”. Esas palabras del Padre de la Patria devinieron en un llamado que fortaleció la estirpe patriótica de quienes apoyaban la causa.
“Nadie ignora que España gobierna la isla de Cuba con un brazo de hierro ensangrentado (…)”, así hacía constar Céspedes en las primeras líneas del Manifiesto del 10 de Octubre, las causas por las que se alzaban en armas.
Al día siguiente, una tropa improvisada y mal armada, también compuesta por campesinos y 37 hacendados, se sublevó contra las bandas militares españolas; hecho que constituye la primera acción armada de la lucha independentista.
Aquel suceso demostró la decisión, sacrificio e intransigencia de los sectores más radicales de los terratenientes cubanos para alcanzar la independencia al precio que fuera necesario.
Por: Talia M. Velázquez Maza
Foto: Tomada de Cubadebate

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