Jorge García Batán, un eterno enamorado de la docencia

Jorge García Batán, un eterno enamorado de la docencia

20 diciembre, 2022 Noticias 0

La Universidad de Camagüey (UC) “Ignacio Agramonte Loynaz” es conocida a nivel nacional e internacional por la calidad de su claustro docente. Son varios los profesores investigadores de nuestra casa de altos estudios con una destacada actividad científica y de innovación.

En nuestro Martes Científico conversamos con el Dr.C. Jorge García Batán, Director del Centro de Estudios de Ciencias de la Educación “Enrique José Varona”, quien por estos días recibió la Orden Carlos J. Finlay,  y la Distinción Especial del Ministro de Educación Superior por el Mérito en la Investigación Científica y Tecnológica y la Innovación, en el área de las Ciencias Sociales y Humanísticas.

-¿Cómo obtiene estos importantes reconocimientos?

La Distinción del Ministro pertenece al 2021, que fue un año de intenso trabajo donde se consolidaron el cierre de dos proyectos. Uno de ellos estuvo relacionado con la formación continua de docentes de enseñanza primaria en ejercicio y el otro enfocado en los modos de actuación de los profesionales que se forman. Este trabajo permitió obtener dos Premios Academia de Ciencias de Cuba (ACC), además, la acreditación de Excelencia por la Junta de Acreditación Nacional del programa de Doctorado, también merecedor del Premio AUIP a la Calidad del Posgrado.

Por otro lado, la Orden Carlos J. Finlay la otorga el Consejo de Estado, a propuesta de la ACC y tiene que ver con la historia de vida como investigador, unido a los resultados de los últimos cinco años. En este período, hay un gran número de publicaciones realizadas y premios CITMA; así como un resultado importante en la formación de doctores, con un total de seis, que impacta desde la investigación cientifica.

No se trabaja por el reconocimiento pero es una satisfacción cuando lo hacen, porque significa que alguien valoró que el trabajo lo merecía. Todos los que ejercemos la docencia, debemos proponernos retos y comprometernos a cumplirlos para ser buenos docentes; y así quiero que me recuerden como un buen maestro y no como alguien que pasó inadvertido. Cada premio o reconocimiento me hace proponerme nuevas metas, nuevas exigencias.

-¿Cuáles son los aportes más significativos de ese trabajo constante?

-Hemos realizado investigaciones muy interesantes que, de una manero u otra, impactan en la formación del futuro egresado universitario; ahí están los principales aportes. Algunas de ellas están relacionadas con la formación continua del docente, lo que constituye un elemento clave, pues si el docente no está formado debidamente es imposible que pueda formar bien a los estudiantes. Otro aporte es poder llegar a los estudiantes con la visión de crear en ellos competencias profesionales, como las de formación científica-investigativa.

“Un elemento muy importante en el que nos adentramos, que influyó mucho en estos reconocimientos, fue tratar de configurar una concepción de orientación educativa para ayudar a los estudiantes a consolidar sus proyectos de vida dentro de la universidad. En un contexto tan convulso y tan difícil, es muy importante poder ayudarlos a conformar su proyecto de vida.

“A esto podemos adicionar los resultados de las investigaciones que hacemos de conjunto con el Ministerio de Educación. El MINED para nosotros es un punto de partida y una meta, a través de nuestras investigaciones ahí obtuvimos resultados muy interesantes que paulatinamente influirán en el perfeccionamiento de la educación en nuestra provincia”.

-¿Qué significa la docencia para usted?

-Ya son 36 años como docente. Yo me gradué, trabajé en la producción dos años, luego vine a la Universidad. Me formé como ingeniero en la Unión Soviética y no tenía ningún vínculo con el magisterio; pero cuando me fui acercando a esta institución, me empezó a gustar. Desde que empecé a trabajar aquí me enamoré de la profesión.

La docencia es un aprendizaje sistemático: vives y convives con generaciones diferentes, y los ves entrar, graduarse, transformarse, convertirse en hombres y mujeres mejores. Eso siempre es un regocijo. Me resulta muy satisfactorio cuando estoy en algún lugar, alguien me reconoce y me dice: “Profe, usted me dio Mecánica Teórica” o “Profe, usted me dio Metodología de la Investigación” o “Profe, usted estuvo en mi tribunal de defensa de tesis”.

Todavía hoy, impartiendo clases, aprendo con los muchachos que tengo en el aula. Siempre será un aprendizaje estar frente a ellos, porque todos los días exigen más. No solo desde el punto de vista del contenido de la asignatura que imparto, sino también al interactuar e intercambiar con ellos. La generación actual es tecnológica, y eso exige una preparación cosntante en base a lo que los muchachos consultan en internet, de esta forma se trabaja mejor con ellos, todo con el fin de que sean profesionales competentes para lo que nuestro país necesita. Esa es la mayor satisfacción que puede tener uno como docente y aprender todos los días de los estudiantes es lo más interesante de todo.

-¿Cuáles son sus planes, proyectos para el presente y el futuro? 

-Primero que todo, seguir dando mis clases. Yo nunca renunciaré a mis clases, a mi aula, para mí eso es lo primero. Además, mientras pueda, seguiré aportando a la educación. En estos momentos estoy vinculado a un proyecto de investigación de Matemática Educativa que es territorial; estoy enfocado en un proyecto de formación de estudiantes en el CECEDUC; acaban de ratificar el programa de doctorado como una forma de visionar la formación doctoral y eso me tiene muy comprometido; estamos trabajando en obtener un nuevo Premio Academia enfocado a la formación de docentes para lograr el grado científico de doctores.

Además, en mayo tenemos el mayor evento del CECEDUC, la XVII Conferencia Internacional de Ciencias de la Educación que atrae a docentes de todo el mundo. Esas son las principales metas en las que tenemos que seguir trabajando, luchar por más logros colectivos. Detrás de cada premio individual siempre hay un colectivo, y está la familia, que sin su apoyo no podrían alcanzar nada. Cuando uno asume un reconocimiento, siempre piensa en todas las personas que te acompañan, te apoyan y a tu lado construyen el premio.

-Si pudiera resumir en una frase lo que significa la docencia para usted ¿que me diría?

La docencia es un reto, un compromiso y… mi vida. Sin eso no sabría que hacer, pues ser maestro es lo que soy. Al inicio no lo identifiqué así, pero la vida me ha convencido de que nací para ser maestro. No me imagino en otra parte que no sea dando clases.

Para la Universidad de Camagüey, es una satisfacción contar siempre con este profesor apasionado por la labor que realiza; un investigador incansable que cuenta con importantes resultados en la coordinación de proyectos y la publicación de artículos científicos en revistas de alto impacto, la participación en eventos y el tutorado de Tesis de Maestría y Doctorado. Es un honor para nuestra casa de altos estudios que su claustro lo integren profesores como Jorge García Batán, eterno enamorado de la docencia.

Por: Mónika Escobedo Artola

 

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