“Y haz que se parezca a ti la tempestad”
“Y haz que se parezca a ti la tempestad”, reza así una emotiva canción del grupo Buena Fe y el cantautor Silvio Rodríguez, a la que podemos remitirnos si conocemos la magia con la cual la Lic. Isaris María Álvarez Serrano, ahora como voluntaria en Zona Roja, lleva su alegría para cambiar un tanto los rostros tristes de quienes ingresan, cada día, en uno de los centros de aislamientos de la Universidad de Camagüey (UC) “Ignacio Agramonte Loynaz”.

“No podemos vestirnos de verde, entregarle lo mejor a los pacientes, pensando solamente en el peligro epidemiológico que enfrentamos, aunque sí siempre cuidándonos. Entonces, tratamos desde que cruzamos al área de riesgo de ser alegres, afables, llenos de valor, transmitirle paz y seguridad a los enfermos, para lograr que su estancia sea lo mejor posible. Somos las primeras personas que ven todos los días y la primera impresión siempre cuenta”, explica esta joven.
Álvarez Serrano, Licenciada en Ciencias Alimentarias en la UC y quien cumple su período de adiestramiento, tampoco lo pensó mucho para sumarse a los miles de docentes y alumnos universitarios que hoy apoyan en esta bella misión al personal de salud y trabajadores de otros sectores. Ella, apenas nada más conocer la convocatoria, dio su paso al frente y actualmente cumple varias funciones en este centro de asilamiento.
“El principal trabajo que desarrollo aquí tiene que ver con la distribución de alimentos a los pacientes, y es una labor aparentemente sencilla pero muy minuciosa pues debo tener en cuenta lo entregado a cada menor de edad, ancianito, embarazada o cualquier otra persona con necesidades alimentarias específicas, porque para ellos existe una dieta diferenciada. También todos los muchachos realizamos labores de limpieza y desinfección en los dormitorios y pasillos”.
-¿Qué significa para la juventud cubana, para los universitarios, estar como vanguardia en esta peligrosa trinchera?
-Es un todo reto tanto para los jóvenes como para cualquier persona. A todos los define la palabra valientes porque sin importar la exposición al riesgo, sin importar el agotamiento diario, siempre tratamos de entregar a los pacientes nuestra mejor sonrisa (a pesar de cubrirse con el nasobuco) y el mejor trato y creo que lo estamos logrando. Realizar esta labor es comportarse a la altura de un joven cubano de estos tiempos.
“Llena mucho de orgullo cuando uno de los pacientes se acerca a nosotros para preguntarnos nuestros nombres y a cuál Departamento pertenecemos con el fin de hacer público su reconocimiento y el de los demás ingresados de su dormitorio hacia nosotros, como muestra de agradecimiento por los servicios que les prestamos y se sienten muy orgullosos de esta noble labor que realizamos”.
En un centro de aislamiento los días siempre se pintan de gris, son días de miedo y desesperación para los aislados, algunos sanos y otros enterándose de su positividad y siendo trasladados a centros hospitalarios. Son horas y semanas tensas y tristes para familiares y conocidos. En medio de esos nubarrones, Isaris y el resto de los voluntarios, con su jovialidad, alegría y seguridad, hacen que se parezca a ellos la tempestad.
Por: Alexei Nápoles González
Fotos: Cortesía de la entrevistada





