“La Zona Roja, nuestra primera aula presencial”
Edislaydi y Álvaro son dos estudiantes de primer año de la Universidad de Camagüey (UC) “Ignacio Agramontre Loynaz” que como otros miles han tenido un primer curso escolar en esta enseñanza con características diferentes. Debido a la pandemia, sus aulas han sido por lo general sus hogares, allí han desarrollado la mayor parte de sus actividades docentes de forma online.
Sin embargo, desde hace unos días, armados de valentía y solidaridad, ambos jóvenes cruzaron la cinta amarilla y entraron a una nueva aula presencial y a la vez con distanciamiento e indumentaria de médicos, con exámenes duros y nobles para la vida. Entraron en la Zona Roja para pacientes con Covid-19, enmarcada en uno de los centros de aislamiento que acoge la institución camagüeyana.

“Comencé ahora en la universidad y al ver que esta recibía a pacientes me motivé a vivir la experiencia de convertirme en voluntario, apoyar al equipo de salud, a la UC y especialmente a los ingresados. Entonces le he brindado un poquito de seguridad, paz y confort a cada persona que ocupa estos dormitorios, explicó Edislaydi Navarro Taboada”, quien cursa la Licenciatura en Logopedia.
Por su parte, para Álvaro Azarel Garrido Blanco, alumno de nuevo ingreso en la carrera de Contabilidad y Finanzas, dar este paso ha representado aportar su granito de arena al difícil combate que contra esta enfermedad enfrenta la provincia de Camagüey en unos días en que se ha agravado la situación epidemiológica, especialmente en el municipio cabecera.
“Aunque no tengamos mucha experiencia como jóvenes universitarios, sí sabemos y estamos conscientes que tenemos debemos ser la vanguardia siempre que necesiten de nuestra colaboración. Estar en Zona Roja, ha significado mucho por ser una labor muy importante y humanitaria; y por saber que cumplimos con nuestro deber al desarrollar una acción buena, productiva y necesaria”, cuenta este futuro economista.
Edislaydi y Álvaro ahora no resuelven estudios independientes y aprenden nuevas materias a través de la vía virtual, sino que se encargan jornada tras jornada de distribuir alimentos, desinfectar las áreas, limpiar los pasos de escalera y los pasillos y cuando los pacientes concluyen su estancia allí, higienizan las habitaciones; así como mantienen los pomos con agua clorada en la puerta de todos los dormitorios.
“Somos humanos y son tiempos de mucha humanidad”. Una frase con la que ambos valientes me resumieron la trascendencia de esta tarea para la juventud cubana. Y no podía esperar menos de ellos.
Son dos estudiantes de primer año que en su primer aula presencial: la Zona Roja, han demostrado estar a la altura de nuestros tiempos, jóvenes como se necesitan, con un alto sentido de humanidad, solidaridad, amor por el otro, seres humanos que de manera desinteresada saben poner antes que todo, el hecho de contribuir a salvar la vida de los demás.
Por: Alexei Nápoles González
Fotos: Cortesía de los entrevistados.




