“Centro Universitario de Jimaguayú: dos décadas de buen hacer y compromiso”

“Centro Universitario de Jimaguayú: dos décadas de buen hacer y compromiso”

13 octubre, 2022 Noticias 0

Cuenta el MSc. Andrés López Mejías, fundador del Centro Universitario Municipal (CUM) de Jimaguayú que cuando decidió formar parte de ese programa de la Batalla de Ideas en el año 2002 como director, no imaginó cuánto esa iniciativa transformaría la vida de las personas, al llevar a todos por igual el acceso pleno a los estudios superiores.

Así, con un pequeño local y un reducido colectivo de trabajo, sin muchos más recursos que la voluntad, dedicación y ganas de hacer, nació la Sede Universitaria del municipio, sobre cuyos primeros pasos nos relata el también profesor de Filosofía con cinco décadas de andar en el mundo del magisterio:

“Desde sus inicios las sedes universitarias municipales asumieron la matrícula de los programas de la Batalla de Ideas. En la Sede Universitaria Municipal de Jimaguayú las primeras carreras fueron Derecho, Comunicación Social, Psicología y los estudiantes provenían todos del programa de trabajadores sociales. Durante los años 2004 y 2005 se incorporan nuevas carreras como Estudio sociocultural y Contabilidad y finanzas en la modalidad de Educación a distancia. En el año 2005 dimos inicio a la carrera de Ingeniería Agronómica, por ser nuestro municipio netamente agropecuario y era una manera de ir formando los recursos humanos en esa importante área de resultados claves de nuestro municipio”.

Ya en los años 2014 y 2015 ocurre el proceso de integración de la Educación Superior. ¿Cómo se produjo ese proceso en la sede de Jimaguayú?

“En el caso de nuestro municipio se integró la sede del MES con la Pedagógica y a partir del año 2016 cambia el mapa de carreras; se trata de que este de respuesta a las necesidades de formación de los recursos humanos del municipio, dando apertura en ese curso a carreras tales como Licenciatura en Educación Primaria, Licenciatura en Educación Prescolar, Cultura Física, Ingeniería Agronómica y Medicina Veterinaria y Zootecnia. Podemos resaltar que el primer municipio en el país que una sede universitaria tuvo la carrera de Medicina Veterinaria fue Jimaguayú, que para satisfacción nuestra en este año tendrá su primera graduación”.

Durante este tiempo numerosos han sido los aportes del Centro Universitario de Jimaguayú al desarrollo socioeconómico de la provincia y en particular del territorio. ¿Cuáles pudiera resaltar?

“Dentro de los aportes fundamentales de nuestro Centro Universitario Municipal durante estos 20 años podemos señalar los siguientes: Haber graduado más de 600 profesionales en las áreas de educación, económicas, humanísticas y agropecuaria; la formación de más de cien Máster en Ciencias y haber contribuido a la capacitación y preparación de los cuadros del Gobierno en las distintas herramientas de gestión.

Asimismo, un aporte significativo del CUM Jimaguayú fue nuestra participación en el proyecto internacional de Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria y Local (BASAL). Dentro de ese proyecto trabajamos en cuatro herramientas fundamentales tales como el modelo de ordenamiento ambiental, herramienta muy importante para utilizar las áreas geográficas y la siembra de los cultivos de acuerdo a las condiciones físicas y naturales. También trabajamos en el Plan municipal de adaptación al cambio climático, en el cual están sintetizadas las medidas de adaptación que debe realizar el municipio para enfrentar el cambio climático.

Otro resultado de gran importancia es el asesoramiento al Gobierno en la elaboración de la Estrategia de desarrollo económico y social, es decir, conformar desde el diagnóstico, identificar las líneas estratégicas, los programas y proyectos que conducirán en un período de mediano y largo plazo a garantizar el desarrollo socioeconómico del municipio Jimaguayú a través de los encadenamientos productivos,  de la creación de los sistemas productivos locales y la elaboración de proyectos de desarrollo local.

Considero, además que en los momentos actuales donde se ha planteado la necesidad de que los municipios cubanos tengan autonomía en su modelo de gestión crece el papel de los centros universitarios municipales precisamente en dotar a los gobiernos locales de esas herramientas que les permitan fortalecer el desarrollo económico y social, y también fortalecer el trabajo comunitario, en las distintas circunscripciones. En nuestro caso el CUM ha jugado un papel protagónico también en el asesoramiento al Gobierno en el trabajo comunitario integrado. Contamos con dos proyectos socioculturales “Rosas abiertas” en la comunidad El Guayabo y “Fraguando la esperanza”, en Las Mercedes, que también han contribuido a mejorar la calidad de vida de esas comunidades.

Otro elemento importante es que nuestra sede ha impartido varios cursos en la Cátedra del adulto mayor. Tenemos el mérito de ser el primer centro en el país en desarrollar una cátedra del adulto mayor en una comunidad agropecuaria, en este caso en la comunidad de Nicaragua en el año 2005”.

A la distancia de 20 años de la creación de los Centros Universitarios Municipales es innegable su rol como actores colectivos y transformadores en la vida de las comunidades, nos relata el fundador del CUM de Jimaguayú:

“A 20 años de la creación de los Centros Universitarios Municipales considero que su papel se emplea sustancialmente, además porque no existe en los territorios ninguna otra institución que sea capaz de aglutinar a todo el capital innovador en función del desarrollo local. Es decir, es la única institución que por su capacidad, por su preparación puede aglutinar a todas las demás instituciones desarrollando la ciencia y la innovación en función del desarrollo económico y social de los municipios cubanos. Hoy no podemos hablar de desarrollo de los municipios en Cuba sin el rol protagónico de los Centros universitarios municipales”.

Para el MSc. Andrés López Mejías, quien ha dedicado parte significativa de su vida y de sus canas a la loable labor de impulsar la universalización en el municipio de Jimaguayú, conquistando el cariño y respeto de sus estudiantes y colectivo de trabajadores, hoy su mayor satisfacción es saberse parte de ese programa que a la distancia de dos décadas continúa formando profesionales competentes y comprometidos con la Revolución.

Por Indira López Karell

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *