“Un proyecto educativo con y para las personas mayores”

En la actualidad, uno de los sectores más vulnerables en la población mundial es el de los adultos mayores, grupo etario que en muchos casos enfrenta situaciones tales como la falta de atención, maltratos físicos y verbales, la soledad, entre otras.
En ese sentido, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) prevé que para el 2050 se duplicará la cantidad de personas con más de 60 años a nivel mundial y en el caso del continente latinoamericano para 2025 estos representarán el 18,6 % del total con un rápido ascenso junto al Caribe, de esos índices demográficos.
Frente al acelerado crecimiento de esa población en Cuba, una de las naciones que se espera sea de las más envejecidas en el mundo para 2050, se han asumido políticas dirigidas a mejorar su calidad de vida y bienestar físico y mental.
Con ese propósito, las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor (CUAM) han demostrado su valía como una opción favorable para incrementar la superación de quienes ya peinan canas, factores esenciales y determinantes dentro de nuestro sistema socialista.
La MSc. Ana María Ramos Monteagudo, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales en la UC y quien funge como Coordinadora de la Cátedra del Adulto Mayor en Camagüey, nos comenta sobre la génesis y evolución de ese proyecto de dos décadas de andar, con una dimensión educativa y extensionista:
“La Cátedra constituye un proyecto con 20 años de desarrollo y de puesta en marcha.Sus orígenes fueron en la Universidad de La Habana y luego se extiende un año después en el 2000 a todas las universidades del país. Empezó por la Universidad de Ciencias Médicas y se traslada posteriormente a la UC. Esta posee 2 dimensiones importantes: el componente educativo, formativo y el aspecto extensionista.Es un proyecto con y para las personas mayores, quienes desde los 50 años en lo adelante se nos acercan para formar parte de la misma. No existe requisito formal para acceder a ella, más allá de la motivación por el conocimiento y la superación. Nosotros trabajamos hacia una vejez con calidad de vida, con bienestar, para que estos puedan estar incluidos en los procesos que se están desarrollando en el país”.
¿Cuáles han sido algunas de las acciones desplegadas en el proyecto durante este período?
“Respondiendo a esa lógica la CUAM ha desarrollado múltiples acciones en este período.Contamos con cursos donde las personas mayores reciben nociones de demografía, de hábitos de vida saludables, de salud. Esta no se concentra solo en lo educativo y formativo sino que también posee un perfil cultural, de socialización. Tenemos cursos de cine, talleres de apreciación de las artes, talleres de biografías personales donde hacen una lectura de su vejez para reconfigurarla, entre otras acciones”.
¿ A la distancia de dos décadas cuáles han sido los impactos más importantes del proyecto?
“A la distancia de estos 20 años tenemos identificados impactos importantes. Hemos logrado elevar la calidad de vida de las personas mayores que son estudiantes de la misma y lo hemos constatado en nuestras investigaciones. Estos muchas veces llegan al proyecto con una lectura de su vejez y a medida que reciben los contenidos y en su interacción con el resto de las personas mayores van socializando y reconfigurando la manera de ver su propio envejecimiento y eso tiene un impacto también en la familia, al adquirir una cultura del derecho y de mayor empoderamiento de la tercera edad. Otro impacto notable ha sido el fomento de las relaciones intergeneracionales entre los ancianos y estudiantes de la UC,produciéndose donaciones en saberes, en experiencias entre ellos.
Asimismo, el proyecto tiene incidencia en dos ámbitos de actuación importantes que tienen que ver con salud como las instituciones de cuidado y atención a personas mayores que están semi institucionalizadas o institucionalizadas tales como las Casas de abuelos y los Hogares de ancianos. Estos acercamientos han propiciado compartir con esos otros ancianos que están en condiciones un poco más vulnerables, requeridos de cuidado y atención y son muy útiles y provechosas esas interacciones entre estos dos perfiles de personas mayores. Otro impacto importante ha sido en las comunidades, espacios donde este año contamos con tres de nuestras aulas”.
¿ En una sociedad envejecida, cuáles son los principales retos del proyecto para seguir apostando por una vejez más inclusiva y con calidad de vida?
“Retos tenemos muchos tales como adecuar cada vez más nuestro currículo, nuestra formación a los diversos perfiles de personas mayores que se acercan a la CUAM, que demandan de nuestro trabajo. Hoy tenemos muchas personas mayores en la comunidad, algunas en situación de dependencia, con ciertas limitaciones para moverse, para llegar a las aulas y debemos ser capaces de llegar a las personas con esa condición. Otro reto tiene que ver con el envejecimiento demográfico en nuestro país es que cada vez tenemos más demanda de personas, queremos tener espacio para todos y todas.
Este es un proyecto educativo que funciona desde el voluntariado y la coordinación de profesores de la Facultad de Ciencias Sociales fundamentalmente e instituciones que nos colaboran como el Centro del cine, Centro de la Literatura, la Oficina del Historiador de la Ciudad, Cultura, etc hemos establecido alianzas estratégicas para abrirnos no solo a la actividad formativa, académica sino incorporar espacios de socialización.
A su vez, tenemos retos desde el punto de vista de la investigación para conocer más a las personas mayores que están en la cátedra, para generar más espacios de interacción y más fomento de las relaciones intergeneracionales, también tenemos el reto de la comunicación, de darle mayor visibilidad a las acciones de la CUAM, a las personas mayores que la integran, poseedores de una historia personal riquísima y comprometida con los procesos del país que necesitamos rescatar, hacerles entender que estos participan y llevarlas al espacio comunitario”.
La MSc. en Gerontología, dependencia y protección de las personas mayores en la Universidad de Granada, España Ana María Ramos, quien también es miembro de la Red cubana de estudios sobre cuidados refiere con orgullo que más de 10 mil personas mayores han egresado de las aulas de la Cátedra del adulto mayor en Camagüey desde 2001 hasta la actualidad, proyecto universitario inclusivo que ha posibilitado romper con los mitos y estereotipos en torno a quienes ya peinan canas, el cual está diseñado con y para ellos.
Por Indira López Karell