Privilegio de Cuba, ser libre del analfabetismo

Privilegio de Cuba, ser libre del analfabetismo

9 septiembre, 2019 Noticias 0

“Cada conocimiento adquirido hace de nosotros una persona más libre, más independiente, nos hace más nosotros en estado puro”.

La libertad de esta nación está sobre los fuertes cimientos de la alfabetización, aquella hazaña que permitió erradicar el analfabetismo y hacer universal y gratuito los distintos niveles de educación.

Diseño de la Campaña por la UNESCO este 2019

El 8 de septiembre el mundo entero conmemora el Día Internacional de la Alfabetización, proclamado por la UNESCO en la 14ª reunión de su Conferencia General, el 26 de octubre de 1966.

Es oportuno expresar solidaridad con las celebraciones del Año Internacional de las Lenguas Indígenas 2019 y el 25 Aniversario de la Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales, por tal motivo centrarán las acciones en la “Alfabetización y multilingüismo”.

A pesar de los avances de este mundo globalizados, los problemas de alfabetización persisten, por lo que tener en cuenta la diversidad lingüística en el desarrollo de la educación es esencial para enfrentar los desafíos y lograr las metas para un desarrollo sostenible.

Ningún cubano vive en carne propia por estos días los adversos efectos del analfabetismo; cada ciudadano por derecho constitucional y deber crece en las aulas de nuestras escuelas, se supera según sus capacidades y aspiraciones de forma gratuita e ininterrumpida; cada cubano es su proyecto de vida sin limitaciones educacionales.

Victoria de la Campaña de Alfabetización

Todo lo que disfrutamos hoy es gracias a la gran campaña desplegada a inicios de la Revolución, el éxito que estuvo en consonancia con la participación masiva y unánime de todas las organizaciones existentes y los sectores de la población, el resultado fue de todos.

La cultura, la instrucción y el conocimiento es lo que ha hecho de Cuba una unidad autónoma de principios inquebrantables a pesar de los errores y de las difíciles circunstancias.

Por: Elena Rosales Caballero (estudiante de periodismo)

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