Iluminados por Martí
La luz de las antorchas en contraste con la lluvia de temporada lograba una escena particular que quizás hubiese inspirado su verso, cálido, tranquilo y sencillo.
Era la noche del 27 de enero y una tradición de sesenta y cinco años encendía las calles adoquinadas de Camagüey hasta la Plaza de la Libertad para recordar el nacimiento de un hombre de ideas inmortales.
Cada estrofa hacía eco en cientos de voces con historias aprendidas desde la niñez:
“Tiene el leopardo un abrigo, en su monte seco y pardo…”
“Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar…”
“Cultivo una rosa blanca”
Imposible no pensar entonces en el joven líder de la Generación del Centenario, discípulo de Martí y amigo sincero de todos los cubanos hijos de la Revolución, la nostalgia dio su nombre a la juventud:
¡Yo soy Fidel!
Y de la gran fusión de pensamiento se nutren hoy nuestros universitarios, quienes ven en su legado el camino para convertirse en los seres humanos integrales que soñara el Che: cada vez más martianos, fidelistas y revolucionarios.
Texto y fotos: Lorena Chávez Fernández (estudiante de Periodismo)
One Response
Tal como las proesas que escribía nuestro Héroe Nacional José Martí en sus distinguidas obras, la juventud camagüeyana una vez más hizo de la inmensa luz martiana que ilumina a todos los cubanos una antorcha gigante en homenaje a tan gran personalidad histórica que no sólo fue ese hombre del siglo XIX,sino que es de todos los tiempos , pues su pensamiento y acción hoy más que nunca se evidencia en la actualidad.Que estos hechos incrementen nuestras raíces patrióticas y eleven el amor a nuestros héroes de la Patria como vía de inspiración tal como la Generación del Centenario.