Merecido homenaje, en el Bicentenario del natalicio de Federico Engels

Merecido homenaje, en el Bicentenario del natalicio de Federico Engels

26 noviembre, 2020 Noticias 0

“Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra”. Con estas palabras Federico Engels despedía a su entrañable amigo y compañero de luchas, Carlos Marx. Sin embargo, su obra resulta un punto esencial en el desarrollo de la nueva concepción del mundo y que con su acostumbrada modestia denominó marxismo.

El 28 de noviembre de 1820, en una casa de la calle Brucher-Rotte de la ciudad de Barmen, provincia de Renania, considerada uno de los centros industriales más importantes de Prusia; nació el primogénito de la familia Engels, empresario inteligente y próspero del gremio textil. El niño recibió el nombre de su padre: Federico

Su infancia transcurrió en un ambiente familiar de respeto y autoridad hacia el padre que se esforzó por educar a su hijo en los preceptos conservadores y de devoción cristiana. No obstante, el joven despierto, inquieto, de mucho talento y excepcionalmente trabajador, emprendió un camino que distaba mucho del que le había trazado su progenitor.

Entre 1834 y 1840 en Alemania se produce un estancamiento de todo el movimiento social y un auge de la reacción política en contra de las luchas por la reunificación del país y de las libertades políticas. Es en este período que comienza sus estudios en el Liceo de Elberfeld y según consta el joven “manifestó el loable afán de obtener una formación científica lo más vasta posible, consiguiendo gratos éxitos”.

Sin embargo, el padre lo envía en su último año del Liceo a otra ciudad para aprender comercio. Estos años los dedica a leer, a perfeccionar sus conocimientos de idiomas extranjeros, se aficiona a la música y al dibujo, practica deportes y escribe poesías. En una de sus cartas de la época escribió: “Yo espero algo bueno de un soberano únicamente cuando zumbe la cabeza de los de los bofetones propinados por el pueblo y cuando los vidrios de sus palacio hayan sido rotos por los adoquines de la revolución”

En este período se acerca a la filosofía de Kant y Hegel, lo que le ayuda a percatarse de que la religión no solo está plagada de contradicciones, sino que es incompatible con la razón y la ciencia.

Entre 1841 y 1842 cumple con el servicio militar en Berlín y asiste de manera regular a las conferencias de la Universidad, a la sazón teatro de las luchas de distintas corrientes filosóficas. Las polémicas entre los seguidores de Hegel; Schelling y Feuerbach. Su máxima aspiración es tratar de unir la filosofía, con la realidad, la lucha de clases y la política. Las concepciones de Engels evolucionan  hacia el materialismo y el comunismo.

A fines de 1842 Engels se traslada a Inglaterra a petición de su padre para practicar el comercio en la firma Ermen and Engels, en la ciudad de Manchester. Este viaje tuvo una gran influencia en su formación como revolucionario proletario, como materialista y comunista. En el país más desarrollado pudo apreciar la cruda realidad del capitalismo y las condiciones de vida de los obreros, lo que describe en su famoso libro La situación de la clase obrera en Inglaterra.

Comenzó a publicar en varios periódicos y revistas de la época como: Estrella del Norte (vinculado al movimiento cartista); El Nuevo Mundo Moral (de orientación owenista) y Gaceta del Rin (editada por Marx). Hacia 1844 comienzan a publicarse los Anales franco-alemanes, editada por Marx y en los que aparecen dos excelentes artículos de Engels sobre economía política, provocando un efecto muy positivo en el editor. A partir de este momento se estableció una permanente correspondencia entre ambos.

En agosto de ese año en París se produjo el encuentro entre dos hombres que protagonizaron una historia de amistad y comunión de ideas insuperable hasta hoy día. Uno de los biógrafos más reconocidos de Marx y Engels, comentó que: “Debían encontrarse y se conocieron, y los agradecidos descendientes, deben apreciar lo inmortal que crearon juntos estos dos mortales”

A partir de este encuentro surgen obras en común como La Sagrada Familia o Crítica de la crítica crítica. Contra Bruno Bauer y Co.; La Ideología Alemana y El Manifiesto Comunista. Junto a Marx militó en la Liga de los Comunistas y participó de la convulsa época que se gestó durante las revoluciones entre 1848 y 1850. A través de la Nueva Gaceta del Rin se expusieron los trabajos sobre la táctica revolucionaria convirtiendo la sede de este órgano en una fortaleza. No es de extrañar que Marx dijera refiriéndose a Engels que “Es una auténtica enciclopedia capaz de trabajar a cualquier hora del día y de la noche”

El triunfo de la reacción y la contrarrevolución provocó la fuga de Alemania y la interrupción de la Nueva Gaceta. Creyeron que su estancia en Inglaterra sería breve y se extendió al resto de sus vidas. Marx se había establecido en Londres, ciudad que estaba llena de emigrados provenientes del continente y se dirigieron a las industrias para encontrar un mísero trabajo.

Por su parte Engels junto a su compañera de vida Mary Burns, irlandesa y obrera del sector textil, se habían radicado en Manchester y allí Engels trabaja en la casa comercial de la empresa familiar. Esto le permitió ayudar económicamente a Marx y su familia, que atravesaban una situación de extrema precariedad.

Su trabajo no afectó su labor política y científica, además de estar en contacto regularmente con su gran amigo y compañero. Escribe e indaga en varios temas que luego le permitirán conformar textos que publicó en los últimos años de vida: la filosofía, las ciencias naturales y por supuesto la economía política. Apoyó la publicación del primer tomo de El Capital (1867) y asumió la tarea de esclarecer la misión de los dirigentes obreros agrupados en la I Internacional. En 1870 se traslada a Londres y fija su residencia cerca de Marx y pasa a formar parte del Consejo-General de la organización obrera.

Al estallar la Comuna de París se siente conmocionado, pues de alguna manera esta fue hija espiritual de la Internacional, y a la que dedicó sus energías en orientar y apoyar a los revolucionarios y líderes comuneros. El fracaso de esta experiencia impulsó la idea de organizar la lucha de la clase obrera con un partido político que dirigiera la lucha de la clase obrera. Tuvo que desplegar una profunda lucha política e ideológica frente al revisionismo y otras tendencias generadas dentro del movimiento obrero.

Entre 1870 y 1880 el trabajo teórico de Engels es pródigo; culminó el Anti-Dühring, que apareció por vez primera como serie de artículos en el periódico Adelante (1877-1878) de corte socialdemócrata. Es también el período en que trabaja en Dialéctica de la Naturaleza, que aunque inconclusa, es una obra monumental de las relaciones entre ciencia y filosofía.

Pero también son años en los que Engels pierde a personas muy allegadas; su compañera de vida y lucha, a Jenny la esposa de Marx y también a una de sus hijas, por último a quien había sido su fiel compañero por cuatro décadas, su amigo Carlos Marx.

Fue en esta última etapa de vida que El Coronel desplegó una actividad intensa, siendo maestro y consejero del proletariado internacional. Pero sobre todo porque emprendió la colosal tarea de preparar los dos tomos de El Capital. Su titánica labor pudo coronarse con la publicación de ambos textos en 1885 y 1894.

Pero también escribió y publicó El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado y Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana; además de una amplia correspondencia durante los años 90 que resultan textos indispensables para comprender la esencia de la concepción dialéctica y materialista de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento; expresión de la unidad indisoluble entre teoría y práctica.

Sus últimos años estuvo rodeado de líderes obreros que le profesaron admiración y respeto. El 5 de agosto de 1895 dejó de existir una mente brillante y un hombre extraordinario. Moderno por excelencia, con una lealtad extrema al pensamiento socialista y a la defensa de la misión histórica de la clase obrera: derrocar el capitalismo y llevar a vías de hecho la revolución socialista. En su sepelio los socialistas europeos estuvieron para su último adiós. Paul Lafargue, líder socialista y esposo de la hija de Marx expresó:

“El general, como lo llamaban los amigos, nos ha dejado. Pero la batalla que dirigieron Marx y Engels como jefes del innúmero ejército del proletariado continúa. Alentados por sus ideas, por sus consignas, los proletarios de todos los países se han unido, seguirán fortaleciendo su unión y finalmente vencerán” .

Dr. C. María del Carmen Domínguez Matos

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