Dream Team por la vida

Esta entrevista hubiera arrancado diferente, pero la humildad y sencillez de su verdadero protagonista le hicieron dar un giro muy favorable a la entrada. Resaltar el papel de un equipo, desde la palabra y el sentimiento de una persona, llevaron, sin dudarlo, a cambiar cada línea inicial de este aplauso periodístico para unos valientes que integraron un Dream Team por la vida.

A él, lo he visto conectar hit en muchos escenarios deportivos, personales, estudiantiles, revolucionarios y ahora lo vi pegar también un jonronazo por la humanidad a una de las rectas más duras que ha tenido que batear la sociedad: el Nuevo Coronavirus. Sin embargo, “no hubiera sido posible ganar este difícil y peligroso partido sin el trabajo colectivo de facilitadores y cuerpo médico”, confesó.
“Ni Héroes, ni valientes, Somos Humanos”, fue la frase que acompañó a Felipe Jesús Bencomo Torres, graduado de la Facultad de Cultura Física de la Universidad de Camagüey (UC) y actualmente Profesor Instructor y de la especialidad Béisbol en cada una de las labores en las cuales entregó su corazón, para cumplir con la peligrosa y noble misión de ser voluntario en la Zona Roja de uno de los centros de aislamiento de esa institución camagüeyana.

“Del grupo con el que coincidí me llevo excelentes opiniones, experiencias y las mejores relaciones. Todos con un comportamiento a la altura de los revolucionarios de este tiempo, luchando de tú a tú con este enemigo invisible, que nos colma de estragos y preocupaciones. Pasará todo, de eso estoy seguro, pero jamás olvidaré a jóvenes como Saily, Evelyn, Delmaris, Dailiana, Dianeris, Haniel, Enmanuel y Yulián con los cuales tuve el inmenso honor de cumplir esta importante misión”.
-De profesor de béisbol en el municipio de Nuevitas, a voluntario en Zona Roja.
-Sí, desde que empezó a funcionar nuestra casa de estudios como centro de aislamiento, ofrecí mi disposición para apoyar en cualquier escenario. El país atraviesa por un mal momento y las personas necesitan de nuestra solidaridad y amor. Además, me gusta sentirme útil y agradecido, esta actitud es una manera de agradecer a la patria, familia y escuela por la formación.
“Estar en el área de riesgo dejó una gran huella en mi vida. Me siento mejor persona, pude reflejar todos los valores aprendidos en el hogar y la escuela y también percibir el gran efecto que causa el trabajo en equipo, lo que representa la unidad y el compañerismo en momentos así, lo que representa hacer las cosas con amor”.
-¿En qué consistió el trabajo que allí realizaban?
-La labor se organizó según la estrategia del equipo, las tareas fundamentales fueron la entrega del desayuno, el almuerzo y la comida, la limpieza de los cubículos, los cuartos y los baños, además de otras actividades que surgieron en el camino pues nos desempeñamos como facilitadores en todos los aspectos posibles. Nos convertimos en plomeros, electricista, en lo que hiciera falta para propiciar las mejores condiciones a pacientes y cuerpo de salud.
“Todo el proceso era complejo. Por ejemplo: en la distribución de la comida había que ponerse un equipamiento protector diferente para cumplir con los protocolos de seguridad. Un día acabamos de madrugada porque se otorgaron muchas altas y la provincia pidió mayor capacidad de forma rápida por lo que era necesario limpiar, fumigar y organizar todavía más rápido, el equipo se comportó a la altura y cumplimos diría en tiempo récord sin dejar de hacer las otras actividades”.
Este apasionado y estudioso del pasatiempo nacional guarda muchos recuerdos de sus otras participaciones en tareas de impacto en proyectos comunitarios, trabajos productivos y labores de bienestar social como las que desarrolló en los poblados de La Gloria y Palma City, a raíz del devastador paso del Huracán Irma por la provincia de Camagüey. De su estancia ahora en la Zona Roja nos contó algunas anécdotas:
“En medio de tanta tensión también suceden cosas buenas porque conoces a las personas que conforman tu equipo, surgen lazos hermosos de hermandad que son imborrables. Gratificante era ver cuando le daban el alta a los pacientes y cómo alimentábamos el alma y el espíritu de las personas, visibles con una sonrisa, lágrimas de alegría o gesto de agradecimiento, cuando eliminábamos el dolor o la preocupación atendiendo con mucho amor cualquier necesidad.”
“La parte negativa es ver tantas personas involucradas en esta situación especialmente muchos niños y adultos mayores. Esto activa más las alarmas de preocupación y desesperación. Por suerte entre los trabajadores de la salud y nosotros los facilitadores supimos minimizar ese pensamiento y hacer de la estancia de los pacientes un momento menos traumático y si más de aprendizaje para ellos, para que se cuidarán y tomaran este terrible momento como experiencia”.

Muy dispuesto a regresar a la Zona Roja cuantas veces sea necesario, Felipe Jesús Bencomo Torres, quien ya trabaja en su Doctorado con el tema Teoría y Metodología del entrenamiento deportivo para la alta competencia en el béisbol, continuará con sus clases online a los alumnos de la Facultad de Cultura Física de la UC y vinculado a los procesos de preparación de los equipos de pelota de Camagüey Sub 23 y Primera Categoría, para sus respectivas participaciones en series nacionales.

Único, irrepetible, invencible calificativos que siempre catalogaron al Dream Team, sobrenombre de la selección de baloncesto de Estados Unidos que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. El plantel de Bencomo no se alzó bajo los cinco aros, en el conjunto de Bencomo no militaron estrellas de la NBA como Michael Jordan, Larry Bird y Magic Johnson, militaron campeones olímpicos por la vida y que están dispuestos a repetir el esfuerzo y esta presea bañada en humanidad.
Por: Alexei Nápoles González
Fotos: Cortesía del entrevistado
One Response
Mejor bautizo para el equipo, Imposible. Dream Team, Campeones Olímpicos por la vida… Gracias