Guáimaro y su universidad ante la pandemia

Guáimaro y su universidad ante la pandemia

14 junio, 2021 Noticias 0

Una quietud aparente sugiere aulas desoladas y proyectos detenidos en el tiempo por el nuevo coronavirus, sin embargo, en el Centro Universitario Municipal (CUM) de Guáimaro destaca el quehacer de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte Loynaz”.

Para el Máster en Ciencias Yilmis Pascual Sánchez esta etapa deviene oportunidad para reafirmar la calidad humana y profesional del colectivo que dirige, inmerso en disímiles actividades entre las que sobresalen la atención a los estudiantes de las cinco carreras del CUM y de especialidades de varias universidades cubanas y la participación en tareas de impacto para el desarrollo local.

Yilmis Pascual Sánchez, director del CUM de Guáimaro.

“Tenemos mucho que ofrecer y más ahora, cuando el país necesita de la ciencia y el saber de la Academia para el beneficio de todos. En estos momentos se impone el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias, por lo que hemos potenciado el teletrabajo y el trabajo a distancia. No obstante, mantenemos la comunicación con nuestros alumnos y aquí estamos, además, para los jóvenes guaimareños que cursan estudios en la sede central de nuestra institución y en otras provincias”, afirma.

AULAS VACÍAS PERO …

Febrero acogió el calendario académico 2021 en circunstancias de Nueva Normalidad. El CUM abrió entonces sus aulas e iniciaron los encuentros semipresenciales con los cuidados indispensables para evitar contagios.

Mas, el rebrote de la enfermedad en el país a inicios de año y el retroceso del territorio guaimareño a la Fase de Transmisión Autóctona Limitada en el mes de marzo, determinaron la continuidad del proceso docente educativo a distancia.

La experiencia de un curso 2019-2020 marcado por la pandemia había alertado a los profesores, quienes previeron la confección de materiales para favorecer el estudio en medio de una situación epidemiológica adversa.

“Esa fue la primera tarea”- advierte la Máster en Ciencias Daitely Machado Velázquez, jefa del Departamento Docente que conduce las carreras de Agronomía, Contabilidad, Cultura Física y las licenciaturas en Educación Preescolar y Educación Primaria en la sede universitaria municipal.

“Nuestro objeto es enseñar al estudiante la autogestión del conocimiento. En ese sentido, no nos resulta difícil trabajar en la modalidad a distancia porque se parece a la semipresencial.”

Jorge de la Torre Fuentes, profesor de Matemática Superior en el segundo año de Agronomía y Contabilidad explica cómo debió transformar sus estrategias de enseñanza cuando las clases en el aula dieron paso a intercambios virtuales con el empleo de las TIC.

“Para que mis alumnos puedan estudiar de forma independiente les preparé varios documentos, videos y una guía con ejemplos de ejercicios. Su respuesta ha sido positiva, me llaman cuando lo necesitan y hasta aclaramos dudas por WhatsApp”.

El escenario demanda esfuerzos mayores de parte de todos. Los docentes perfeccionan el trabajo metodológico ante los desafíos de una formación profesional atípica por las condiciones que median en el proceso; en tanto, los estudiantes desarrollan una mayor autonomía en el aprendizaje. Al respecto, Machado Velázquez comenta:

 “Sin dudas ha sido un reto, pues el estudio a distancia requiere de un acceso a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) que sabemos muy limitado por las carencias económicas. Aun así, estudiantes y profesores han demostrado una abnegación, un sacrificio y un compromiso inigualables para que el curso no se detenga”.

Alfredo Vázquez Reyes, estudiante y trabajador destacado en tareas de impacto.

LA UNIVERSIDAD EN TODAS PARTES

Alfredo Vázquez Reyes confía en el esfuerzo de todos para vencer la pandemia. Luego de su colaboración en el procesamiento de datos durante la implementación en la localidad del Pesquisador Virtual, el estudiante de quinto año de Cultura Física y trabajador del CUM integró el contingente “Ignacio Agramonte” para el enfrentamiento a coleros, revendedores y acaparadores.

“Esas tareas han significado mucho para mí porque de esa forma he ayudado a la Revolución en la batalla contra el virus y las indisciplinas sociales. No ha sido sencillo pues también estoy estudiando y en diciembre de este año me gradúo, pero estoy dispuesto a cumplir con lo que haga falta”.

También la producción de alimentos constituye una prioridad. A pie de surco, los másteres en Ciencias Carlos Oliva Espinosa y Ángela Pose García aprecian cómo crecen los sembrados de plátano, yuca, calabaza y boniato, gracias a su contribución y a la de profesores, trabajadores y estudiantes del CUM.

El aporte del CUM guaimareño resulta decisivo en la producción de alimentos.

“En esos terrenos se cultiva buena parte de la comida que consumimos los guaimareños”, aseguran los educadores universitarios, conocedores de algunos misterios de la tierra después de varios trabajos productivos en la finca integral “Así será”, en “Las Panchas” y en otras unidades agropecuarias del municipio.

Más allá de las aulas, la Universidad en Guáimaro deja su impronta en múltiples escenarios de la sociedad. El Alma Máter, junto al pueblo se sabe más fuerte, más útil, más sabia.

Por: Meilys Cruz Fernández

Fotos: Alfred Alejandro Avello Pestano, Meilys Cruz Fernández y cortesía de los entrevistados

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