Vivir la Historia de la mano de Elda Cento

Ante profesores y estudiantes de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, que colmaron el Salón Mendive, como muestra del poder de convocatoria que genera la expectativa de una conferencia suya, la Msc Elda Cento Gómez, Premio Nacional de Historia, 2015, recibió el merecido homenaje, en reconocimiento a sus aportes al desarrollo de la enseñanza superior y al estudio de la Historia de Cuba.

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, resultó oportuna ocasión para distinguir el quehacer de esta incansable investigadora, que ha sido merecedora de múltiples lauros, entre ellos: 5 premios Juan Torres Lasqueti y 2 de crítica histórica Ramiro Guerra, por sus trabajos como autora y coautora de valiosos libros como: “El camino de la independencia. Joaquín de Agüero y el alzamiento de San Francisco de Jucaral”; “Salvador Cisneros Betancourt. Entre la controversia y la fe”; “Para no separarnos nunca más. Cartas de Ignacio Agramonte a Amalia Simoni”; “Del látigo y el jornal. Apuntes sobre la esclavitud en el Camagüey”.

Entre sus más recientes obras se encuentran además: “Nadie puede ser indiferente. Miradas a las guerras (1868-1898)”; “La luz perenne. La cultura en Puerto Príncipe 1514-1898” y De la primera embestida. Correspondencia de Ignacio Agramonte (noviembre 1868-enero 1871).

Esta excelente profesora, capaz de motivar al más indiferente de los alumnos, también logró captar la atención de todos en el Salón Mendive, en su invitación a estudiar la Historia de Cuba, desde la antropología, incluyendo diversas fuentes, puesto que la tradición oral, la literatura y el arte son manifestaciones de una época determinada, que no se deben obviar.

Al leer el artículo “La ciudad como escenario de la guerra. Puerto Príncipe, 1869”, que será publicado en la Revista Cubana de Historia, nos condujo al Camagüey de 1869, los avatares que sufrió la población ante la actitud y ofensiva de los españoles frente al avance de las fuerzas independentistas.

Esta obra forma parte de una nueva propuesta de aproximación al devenir de su querido Camagüey, tema que siempre le ha apasionado, y que despliega ahora en su afán de buscar lecciones perdurables, de incentivar en los jóvenes la necesidad de su estudio, con una visión más fresca, desde el acercamiento, como ocurre por ejemplo en su libro: “Nadie puede ser indiferente”, a las guerras independentistas, pero no ya desde la épica visión de la guerra, sino desde la mirada de la población civil, los colaboradores, la mujer y la familia.

Así, de la mano de una mujer volvimos a recorrer las calles del Camagüey legendario, el de 1869 y el de ahora, para reconocer una vez más, que Elda Cento, como ella misma se describe, es una maestra que escribe sobre la Historia y diría más, que nos enseña a vivir la Historia.

Por: Adary Rodríguez Pérez