Desarrollan en la UC panel sobre ” Biografía de Un cimarrón”
Lirismo e historia, literatura y ciencia, testimonio y novela confluyen en una obra, que a 50 años de su publicación, sigue despertando sensibilidades, como muestra de sus valores universales. Se trata de “Biografía de un cimarrón”, de Miguel Barnet.
El artista y el etnógrafo, confluyen en la obra, de manera tal que el hecho social es tamizado por la sensibilidad poética del autor, según se afirmó en el Panel que sobre esta novela-testimonio tuvo lugar en el Salón “Mendive” de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte Loynaz”, con la excelente exposición de los profesores José Luis Álvarez Rodríguez y Matilde Varela Aristigueta, y con el maestro y filólogo Sergio Valdés Bernal, como invitado.
La novela-testimonio, donde se aprecia al narrador desde dos planos: el del testimoniante y el del escritor, que se imbrica en esa voz del protagonista, nos propicia un acercamiento más profundo, real, humano a la esclavitud cubana en la época colonial, la vida en los barracones, con una descripción pormenorizada del vestuario, la comida y los juegos de los esclavos. También refleja diversos matices de la sociedad cubana: el racismo, la religiosidad, las relaciones de poder, a la vez que describe la vida en el campo y paisajes de las guerras independentistas.
Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de la Fundación Fernando Ortiz, en un encuentro señalaba que Esteban Montejo, era un hombre extraordinario, de gran capacidad, con un lenguaje cortante, lacónico, pero muy profundo.
A la vez, confiesa: “Solo lo tomé como un pretexto, él estaba ahí esperando por mí, para narrar la historia de Cuba desde la gente sin historia. El método fue el alma del poeta, el oído aguzado y saber escoger”.
Al decir de Matilde Varela, Esteban Montejo es Cuba, somos todos los cubanos, en esa vocación de resistencia y rebeldía. A través de sus testimonios, del recuento de su vida, desde su perspectiva, y de la mano de Miguel Barnet, recorremos la Historia de Cuba.
La novela atesora los recuerdos de la vida de un hombre, que tenía 104 años cuando Barnet lo conoció, y que nos permiten acercarnos a la cultura de esta Isla, a elementos de la tradición oral, palpables en sus palabras, pues como el autor explica: “Preferimos que el libro fuese un relato en primera persona, de manera que no perdiera su espontaneidad, pudiendo así insertar vocablos y giros idiomáticos propios del habla de Esteban”.
A cinco décadas, en 1966, volvemos a invitar a la lectura de esta obra, que cuenta con 73 ediciones, y traducciones al francés, alemán, japonés, ruso, chino, entre otros idiomas, para que descubran por sí mismos la vida de un exesclavo y excimarrón, orgulloso de su identidad como cubano y negro, y los valores que han hecho de “Biografía de una cimarrón”, un paradigma del género tanto en la literatura cubana y universal.
Por: Adary Rodríguez Pérez