El proceso de la inmunidad

El proceso de la inmunidad

4 diciembre, 2020 Artículos 0

Vivimos en una era de vertiginosos avances tecnológicos y científicos, pero ante cada descubrimiento surgen nuevas interrogantes que ponen a prueba nuestra capacidad para adaptarnos, innovar, buscar soluciones. Así sucedió con la Covid-19 que no solo puso en evidencia la fragilidad de nuestra existencia, la facilidad con la que puede diseminarse una enfermedad como esta sino también la necesidad de compartir conocimientos, de seguir investigando el mundo y nuestro propio cuerpo, de mejorar los mecanismos internacionales para prevenir las pandemias, de incentivar la solidaridad y el intercambio científico.

El impacto global de esta epidemia por su rápida expansión, nos ha hecho volver a analizar e impulsar los estudios en el campo de la inmunología, resaltado en esta jornada, específicamente, porque fue en esta fecha pero del año 1890 que el médico y bacteriólogo alemán Emil von Behring descubrió el proceso de la inmunidad.

El sistema inmunológico es una red de Células, tejidos y órganos por todo el cuerpo que han evolucionado y funcionan como la defensa natural del cuerpo contra las infecciones. El cuerpo combate y destruye organismos infecciones invasores antes de que causen daño. El Sistema Inmunológico tiene dos principales funciones: reconocer sustancias (también llamadas antígenos) extrañas al cuerpo y reaccionar en contra de ellas.

La humanidad siempre ha sido afectada por enfermedades que, en forma de epidemias han diezmado a comunidades enteras. Los primeros intentos registrados de inducir inmunidad de manera artificial los llevaron a cabo los chinos y los turcos en el siglo XV al intentar prevenir la viruela. 

Louis Pasteur, con sus asistentes Charles Chamberland y Émile Roux, demostró que era posible atenuar un agente patógeno y administrar la cepa atenuada como una vacuna. Sus experimentos para tratar el cólera de las gallinas y el ántrax de las ovejas marcaron los inicios de la disciplina de la inmunología.

En 1885, Pasteur vacunó por primera vez a un humano, Joseph Meister, un niño que había sido mordido por un perro rabioso. Pasteur le administró virus de la rabia atenuados con lo que evitó el progreso de la enfermedad. Pasteur demostró que la vacunación funcionaba pero desconocía el motivo de esto.

El trabajo experimental de Emil von Behring  y Shibasaburo Kitasato en 1890 proporcionó la primera información sobre el mecanismo de inmunidad. Demostraron que el suero de animales inmunizados con anterioridad contra la difteria podía transferir el estado de inmunidad a animales no inmunizados. Gracias a este trabajo ganaron el premio nobel en medicina en 1901. 

En 1913 introdujo un sistema de inoculación, todavía en vigor, capaz de inmunizar a los niños contra la difteria. Fue Premio Nobel en 1901. Nació el 15 de marzo de 1854 en Hansdorf, localidad de la antigua Prusia Oriental, que actualmente corresponde con Lawice en Polonia. Murió en Marburgo en 1917. 

Por otro lado, en 1883, aún antes del descubrimiento de que un componente del suero podía transferir inmunidad, Elie Metchnikoff, otro ganador del Premio Nobel, demostró que las células también contribuyen al estado inmune de un animal. 

Metchnikof, que trabajaba en el instituto Louis Pasteur fomentó la teoría celular de la inmunidad mientras que Von Behring que trabajaba en los laboratorios de Koch en Alemania apoyaba el carácter humoral de la inmunidad. Un aporte importante a esta última fue la teoría de formación de anticuerpos postulada por Paul Ehrlich.  Estos grupos fueron inicialmente antagónicos y excluyentes, pero posteriormente se dieron cuenta que ambos tenían razón ya que existen respuestas inmunes adaptativas humorales y celulares.

Con el aporte pionero de estos estudiosos y de algunos otros nació una nueva rama del conocimiento que con el tiempo se convirtió en ciencia.

Aplicación del Nasalferón, alternativa profiláctica desarrollada en Cuba, de comprobado impacto, que coadyuva a evitar la replicación del SARS-Cov2, al tiempo que fortalece el sistema inmunológico, garantizando que, si la persona enferma, no desarrolle síntomas severos. Cuba estudia también 4 candidatos vacunales antiCOVID-19.

 

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