¡Esto solo lo hace Cuba! Mensaje de agradecimiento de pacientes a la Universidad camagüeyana

Muchas son las bellas historias que cuentan a diario los profesores, estudiantes y trabajadores no docentes de la Universidad de Camagüey (UC) “Ignacio Agramonte Loynaz”, que laboran como voluntarios en la Zona Roja de los tres centros de aislamiento de la institución o los que contribuyen también desde afuera al éxito de los procesos que se llevan a cabo en esta área de riesgo.

Todos esos valientes de la UC han apoyado día y noche al equipo médico y arriesgado su vida para ayudar a salvar la del resto. Horas y horas dedicadas a distribuir alimentos, higienizar dormitorios y pasillos, preparar soluciones con cloro, brindar consejos, han vivido amargas y bonitas experiencias, pero han estado allí, donde se entrega el corazón por el bienestar de los demás.

Y esa valentía, solidaridad, ese humanismo que hoy inunda a los universitarios camagüeyanos, tiene como uno de sus premios el eterno y amplio agradecimiento que tienen los pacientes de estos centros de aislamientos por la labor altruista y desinteresada de cada uno de los voluntarios e integrantes del cuerpo médico.

“Yo me he sentido muy bien aquí, la atención que nos han brindado es de primer nivel y el personal se esmera al máximo para cuidarnos, son verdaderamente muy profesionales tanto los doctores como el personal de apoyo de la Universidad de Camagüey,  una institución que nos ha acogido como un miembro más de su comunidad, es el sentir de Odali Rodríguez Moncada.

Mientras que otro de los pacientes en nombre del resto, también quiso plasmar su mensaje: “Los profes y alumnos nos tratan con mucho cariño, amor y respeto pendientes del alimento que nos toca, preocupados por cualquier síntoma y búsqueda rápida de medicamentos y la respuesta medica ante cualquier síntoma u otro padecimiento; en tanto los médicos nos toman la presión, la temperatura, nos reconocen y nos brindan consejo para la espera más tranquila de los resultados del PCR”.

Como ha ocurrido desde el 1 de enero de 1959, la Revolución Cubana ha tenido nuevamente un corazón gigante, una isla que con virtudes y defectos pone por encima de todo el bienestar de sus habitantes. Para todos estos pacientes la mayor de las Antillas está haciendo, como bien ellos expresan, “algo descomunal, gastando recursos materiales y humanos, todo ello para darnos vida. Esto, esto solo lo hace Cuba.

Por: Alexei Nápoles González                

Fotos: Cortesía del entrevistado