Aula invertida para perfeccionar la Educación Superior

Nuevas y buenas prácticas han surgido o consolidado su uso en la Educación Superior a nivel mundial a raíz de la pandemia de la Covid-19 y el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y su empleo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, una de ellas es el modelo pedagógico aula invertida, aula inversa, clase al revés o flipped o classroom.

En esta estrategia de formación, que brinda mayor autonomía a los alumnos y convierten el aula en un espacio mucho más enriquecedor, los estudiantes se preparan antes de la docencia para el aprendizaje profesional al estudiar la diversidad de recursos y materiales digitalizados on-line por el profesor que como ventaja puede aprovechar mejor el tiempo en el encuentro presencial para interactuar con el estudiante y desarrollar sus competencias.

El método del aula invertida, creado en el 2012 por Aaron Sams y Jonathan Bergmann, profesores de Química de un instituto de Colorado, gana terreno en la teoría y la práctica, se aplica, se hace ciencia en el mundo y en Cuba; y la Universidad de Camagüey (UC) Ignacio Agramonte Loynaz, también comienza a ser puntera en las investigaciones para potenciar su uso en las instituciones cubanas.

En este centro de educación superior el Grupo de Investigación Científica Profesionalización de los sujetos del proceso educativo, coordina y desarrolla el proyecto “La calidad del proceso formativo universitario a través del aula invertida”, con la Dr. C. María Isabel Bardina Torres al frente del equipo de prestigiosos investigadores del Centro de Estudios de Ciencias de la Educación de la UC.

DESDE EL MODELO EDUCATIVO CUBANO

El proyecto surge en el 2022 a partir de una demanda institucional, en tanto la crisis de la pandemia de Covid-19 provoca en la docencia la necesidad de repensar la forma en que se concibe y ejerce el proceso de enseñanza. Además, busca diseñar ese proceso fuera del aula, con los recursos propios según la diversidad de nuestro estudiantado y enfocado directamente en la solución de problemas profesionales y sociales, explicó Bardinas Torres.

“Definimos aula invertida en el modelo educativo cubano como: Enfoque pedagógico que sugiere la personalización del proceso de enseñanza aprendizaje profundo, para la formación integral del sujeto. Indica un proceder didáctico donde antes de la clase, el estudiante tiene un primer acercamiento con el contenido a través de herramientas didácticas propuestas por el profesor”, agregó.

Para fortalecer e internacionalizar su labor, conocimientos, acciones y resultados y ganar en retroalimentación sobre el tema, el proyecto trabaja también con alianzas internacionales en proceso, con instituciones como la Universidad de París VIII (Francia), Universidad París Nanterre (Francia) Colegio Flipped Classroom (España), Dirección de Educación en la Provincia de Bie (Angola) y la Universidad de Nueva York (EU).

Hasta el momento el equipo de investigadores ha desarrollado importantes acciones como el diagnóstico en las facultades de Turismo, Ciencias agropecuarias, Ciencias pedagógicas e informática y Ciencias Exactas y el Intercambio de experiencias entre miembros del proyecto, y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro, Francia.

VENTAJAS DE UN AULA AL REVÉS

El problema científico de este proyecto consiste en que las alternativas didácticas no satisfacen la enseñanza aprendizaje que demanda la comunidad universitaria cubana. El objetivo es ofrecer una metodología de aula invertida para la enseñanza aprendizaje en el contexto universitario cubano que brinde nuevas ventajas al uso del aula al revés.

La Dr. C. Bardina Torres refiere que, entre otras cuestiones positivas, con este modelo la clase se adapta al ritmo, estilo y necesidades educativas del estudiante, fomenta el aprendizaje fuera del ella, mejora el ambiente de trabajo en el aula porque los alumnos llegan más preparados e incrementa la atención del docente para cada estudiante, transforman la clase en un espacio de interactividad organizado y promoviendo la creatividad y el pensamiento crítico en el estudiantado.

“También facilita la entrega de tareas por parte de los educandos y su revisión por el docente, disminuye el riesgo del incumplimiento en clase porque se hace más flexible, permite reutilizar constantemente el material propuesto y la realimentación del proceso educativo se genera de manera inmediata, evalúa tanto el resultado como el proceso de aprendizaje, brinda materiales digitales al que no posee internet; así como posibilita usar software, App y múltiples dispositivos en cualquier sitio”, explica la especialista.

Con este enfoque se pretende que el estudiante busque al máximo la comprensión de los contenidos, mantenga una concepción cualitativa del aprendizaje, relacione las nuevas ideas con los conocimientos previos, vea la tarea interesante implicándose en ella, integrando, además, los componentes de la tarea o de los contenidos entre sí, y con otras tareas o con los contenidos de otras disciplinas.

“De allí que consideramos trabajar el aula invertida para el aprendizaje “profundo”, el cual se caracteriza por dotar de significado una nueva información, es decir, se trata de una estrategia que tiene como finalidad incorporar una perspectiva crítica sobre un determinado aprendizaje y, al hacerlo, favorecer su comprensión y permitir su retención a largo plazo y con la posibilidad de que sirva más adelante para la resolución de un determinado problema en un contexto determinado”.

La Educación Superior se ha tenido que reinventar con el nacimiento de un conjunto de tendencias de cambio en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Con el proyecto “La calidad del proceso formativo universitario a través del aula invertida”, la Universidad de Camagüey suma su quehacer científico e innovador también para perfeccionar la calidad de esta enseñanza en Cuba y el mundo.

Por: Alexei Nápoles González