Pavel Revelo: un evangelio vivo de estos tiempos

El Dr.C Pavel Revelo Álvarez, profesor del Departamento de Gestión Sociocultural para el Desarrollo en la UC, quien se destaca por su quehacer científico e investigativo, fundamentalmente en temas relacionados con la perspectiva de género, también posee una rica trayectoria como docente, que lo ha llevado a granjearse el cariño y el respeto de sus colegas y estudiantes.

Acerca de sus inicios en el mundo del magisterio y su labor durante estos años, nos comenta:

“Desde pequeño comencé a inclinarme por el magisterio, siempre tuve clara la vocación, en lo cual influyeron significativamente mis maestros. Así, transité como profesor por todos los niveles escolares, excepto el preuniversitario. Comencé las prácticas preprofesionales en la misma escuela en que realicé mi Primaria, luego transité a la Educación técnica y profesional, impartí clases de tecnología de los alimentos en el Instituto Politécnico Ferroviario “Cándido Gonzáles Morales” y en el Politécnico de la salud “Octavio de la Concepción de la Pedraja”. Trabajé además como docente en la Escuela Secundaria Básica Urbana “Javier de la Vega Basulto”, como Profesor General Integral, escenarios en los que disfruté de un clima laboral y una calidad humana de las personas sin precedentes. Desde 2007 hasta la actualidad decidí trabajar en la Universidad de Camagüey porque era la institución idónea para alcanzar nuevas metas profesionales, necesitaba de un lugar donde se me exigiera la investigación como requisito indispensable dentro del ejercicio porque confieso que mi gran pasión es la investigación de la historia social y las historias de vida”.

Alguna anécdota que lo haya marcado en este camino del magisterio…

“En tantos años de profesión son muchas las anécdotas, pero hay una que siempre llevo en el recuerdo de cuando trabajé en la Secundaria básica. Impartía el grado nueve y me insertaron en la sala de clases a dos alumnos, uno procedente de otra aula, de esta misma secundaria, que venía con problemas “aparentemente de conducta” y, el otro, un educando con retraso mental moderado que había sido avalado por los especialistas como “apto” para ser incluido en la educación general. Cuando me lo comunicaron quedé impactado porque no había sido preparado para afrontar problemáticas dentro de la Educación especial. Gracias a este reto que me impuso la vida, logré demostrar que el primer estudiante no tenía tal problema de conducta y se diagnosticó posteriormente con un Trastorno de Hiperactividad y Déficit de Atención (THDA) y el segundo, desde el trabajo diferenciado logró graduarse de noveno grado. Por eso, insisto que ante las problemáticas de nuestros educandos, hay que acudir al medio de procedencia, revisitar sus historias vitales, conocer la génesis de sus comportamientos. Pienso que no existen estudiantes malos si no profesores que no buscan soluciones efectivas, a los que les fallan las estrategias pedagógicas; se siente mucho placer cuando se trabaja desde la diferencia, ayudar a avanzar a aquellos de mayor dificultad y verlos que logran con esfuerzo sus metas.

Sabemos que recientemente conquistó el grado científico de Doctor en Ciencias. ¿Qué significa para usted esa experiencia y qué le aconsejaría a las nuevas generaciones de docentes?

“Lograr recibirme como Doctor en Ciencias de la Educación es una de mis más grandes alegrías, no mi fin, porque como he apuntado en muchos escenarios, primero está mi familia y después el compromiso con la profesión. Este reto implicó transitar un camino muy difícil que no estuvo exento de obstáculos, donde encuentras a personas que te alientan a seguir y otras que te quitan las ganas; el secreto para el éxito está en la selección del tema del cual debes estar enamorado; elegir tutores capaces pero que te sean empáticos; trazarse una estrategia de trabajo, según cronograma, que debes cumplir a pie de juntillas. Ser Doctor en Ciencia es comprometerte con respeto con tu institución, tu Facultad, tus compañeros de trabajo y con tus educandos. A las nuevas generaciones le aconsejo que, si sienten que su vida se la van a dedicar a la Academia, que desde temprano se formen como doctores, que nunca dejen que nadie le ponga límites, que su límite sea el cielo”.

En una frase ¿qué significaría para usted educar?

“A tono con el Maestro de maestros: educar solo puede aquel que sea un Evangelio vivo”.

La sencillez, constancia y el compromiso con la ciencia son cualidades que distinguen al Dr. C Pavel Revelo Álvarez, quien goza de gran prestigio por la comunidad universitaria. Sin embargo, a su juicio, su mayor premio reside en saberse forjador de hombres y mujeres de bien, más cultos, instruidos, desprejuiciados, humanos y libres.

Por Indira López Karell